Este mes de Julio nos consagraremos con ayuda de un antiguo devocionario Carmelita llamado “Aromas del Carmelo”. A diario compartiremos oraciones y reflexiones para la consagración a nuestra Señora del Carmen pertenecientes a este mismo devocionario.
Mes de julio consagrado a la Virgen del Carmen
De rodillas ante una imagen de la Virgen del Carmen y hecha la señal de la cruz, se dirá lo siguiente
Oración para el Primer día
antes de comenzar la preparación
Oh Reina del Carmelo y madre mía amantísima, os doy infinitas gracias por el singular beneficio que me habéis hecho al dirigir hacia mí, pobre pecador, vuestros ojos misericordiosos y recibirme en vuestra compañía y en la santa confraternidad de vuestro escapulario, donde dispensáis las más singulares gracias de vuestro amor, haciendo a los cofrades afortunados siervos vuestros, hijos predilectos y hermanos de vuestro corazón. Yo, vuestro hijo y devoto ¡oh amorosa madre del Carmelo!, postrado ante vuestras plantas y en presencia de la Santísima Trinidad, con todos los bienaventurados del cielo, a vos me ofrezco, a vos consagro todo mi corazón y toda mis fuerzas, y prometo de hoy en adelante poner un empeño especial para corresponder al tierno amor que me habéis dispensado y a los beneficios tan singulares de que me habéis colmado, haciendo así digno de conseguir los privilegios que lleva a vuestro santo escapulario, siendo para mi alma salud y para mi cuerpo segura defensa, qué me ayude en los peligros, me salve en la muerte y me lleve pronto del purgatorio al monte santo de la gloria. Yo os suplico, madre mía, que entendáis en mi corazón un grande amor hacia vos, que me inspiréis lo que debo hacer, para agradaros lo que debo rechazar para nunca ofenderos y esta divisa celestial que me habéis dado guardará mi cuerpo y mi alma, y será la señal de que mi corazón es todo vuestro, y que me he consagrado todo a vuestro servicio queriendo vivir siempre obediente a vos.
Continuad, madre mía, dispensándome vuestras gracias y velando solicito por este hijo vuestro; y sobre todo en estos días del mes de julio, qué quiero consagrarlo de una manera especial a vos, haced que sienta yo los efectos de vuestro especial amor y protección, que mi corazón os amé más, que vea el remedio de mis necesidades, que alcance las virtudes y que no me falte jamás vuestra asistencia. Dignaos, madre mía carísima, aceptar al pobre obsequio qué os ofrezco consagrando este mes a la memoria de vuestras glorias, de vuestras grandezas, de vuestros beneficios y de las obras de nuestro amor que habéis hecho a los Carmelitas, que son todos los que visten vuestro santo escapulario. No me falte nunca vuestra protección, y haced que viviendo según mis promesas, merezca ser ayudado de vos en mi última hora y pueda gozar después en vuestro regazo las eternas delicias de vuestro amor en la patria de los santos. Amen.
Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
- Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
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