"El Ángelus su estructura sencilla, el carácter bíblico, el origen histórico que lo enlaza con la invocación de la incolumidad en la paz, el ritmo casi litúrgico que santifica momentos diversos de la jornada, la apertura hacia el misterio pascual, por lo cual mientras conmemoramos la Encarnación del Hijo de Dios pedimos ser llevado "por su pasión y cruz a la gloria de la resurrección", hace que a distancia de siglos conserve inalterado su valor e intacto su frescor... quedan inmutados el valor de la contemplación del misterio de la Encarnación del Verbo, del saludo a la Virgen y del recurso a su misericordiosa intercesión y, no obstante el cambio de las condiciones de los tiempos, permanecen invariados para la mayor parte de los hombres esos momentos característicos de la jornada mañana, mediodía, tarde que señalan los tiempos de su actividad y constituyen una invitación a hacer un alto para orar". (Marialis cultus, Pablo VI).
- El Ángel del Señor anunció a María
- y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo
Dios te salve María llena eres de gracia ...
- He aquí la esclava del Señor
- hágase en mí según tu Palabra
Dios te salve María llena eres de gracia ...
- Y el Verbo Divino se hizo carne
- y habitó entre nosotros
Dios te salve María llena eres de gracia ...
- Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios
- para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos.
Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que habiendo conocido por medio del anuncio del Ángel, el misterio de la Encarnación de tu Hijo, alcancemos por medio de los méritos de su Pasión y de su Cruz, la gloria de su Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre ... (tres veces)