> SoydelaVirgen : 07/10/20

--------------------------------------------- San Martin de Tours y La Virgen de los Buenos Aires / La Inmaculada Concepción y San Ponciano | Patronos de la Ciudad de Buenos Aires / Patronos de la Ciudad de La Plata -----------------------

Mes de Julio dedicado a la Virgen del Carmen - Día 4°



DÍA IV

Por la señal de la santa Cruz. Señal de la Cruz. 

Oración inicial

Madre mía amantísima del Carmen, aquí vengo a vuestra presencia con el más profundo respeto y veneración a ofreceros el ejercicio de este día, que consagro a vos por haberme admitido, a mí, el más miserable de los hombres, entre vuestros hijos predilectos los Carmelitas, para favorecerme con vuestra especial protección y amor. Yo os doy miles de gracias por ello, Madre mía, y os suplico que iluminéis mi entendimiento e inflaméis los efectos de mi corazón, para hacer con verdadero fruto este ejercicio, a fin de que merezca ser recibido por vos como un obsequio de vuestro hijo. Amén.

Culto tributado por los Carmelitas a María 
novecientos años antes que naciera

I

No es extraño que los Carmelitas veneraran a María antes que naciera, habiendo sido conocida en grandeza por Elías, capitán y fundador del Carmen. Este que le había consagrado ya su virginidad y la Orden que fundaba para su perpetua gloria, después de formar el espíritu en sus discípulos en la devoción a aquella Virgen que había de ser Madre del Redentor, revelándoles los misterios que en la visión profética el Señor le había manifestado, levantó una capilla en el Monte Carmelo a la memoria y honra de la Madre del Mesías, en la cual capilla él y luego sus discípulos se juntaban para venerarla con preces y oraciones.

Es esta una tradición de la Orden Carmelitana que no carece de fundamento; porque si Elías pudo conocer en la nubecilla a María con las gloriosas prerrogativas de su concepción inmaculada, el tiempo nacimiento de su perpetua virginidad y su maternidad divina, ¿qué extraño es que, poseído del dulce amor y devoción a aquella Virgen singular, que a semejanza de Dios con un "fiat" debía producir el Sol Divino, le levantara un monumento o capilla, ya que desde entonces la había escogido para que fuera protectora y la Madre de su religión? ¿Qué extraño es que le levantara una capilla donde reunir pudiera a sus discípulos para instruirles y enfervorizarles, debiendo esta Orden tributarle un culto especial, por estar de un modo particular consagrada a ella desde su cuna? De esta capilla erigida por San Elías en el Monte Carmelo habla expresamente Juan, Patriarca de Jerusalén, diciendo que había una "sagrada capilla en el Monte Carmelo erigida por el mismo Elías a la Virgen que había de parir". En esta capilla, pues, se encendían los corazones de los discípulos de Elías en el amor a Aquella que era protectora y su Madre y había de ser Madre del Redentor del mundo; su allí le dirigían fervorosas plegarias para que acelerase su venida, supuesto que de ella debía nacer el Salvador de la humanidad perdida, el reconciliador del hombre con Dios.

Gloria singular de los Carmelitas, que nadie les puede disputar, haber conocido y venerado a la Madre de Dios antes que todos los mortales.

II 
Es cierto que los dones de Dios son todos gratuitos y que sin injusticia los reparte como quiere y a quien quiere. Si a los Carmelitas, pues, les hizo la gracia de darles conocimiento de su Madre María Santísima para que la veneraran tantos siglos antes de su nacimiento, es porque los escogía para que fueran la compañía que defendiera y honrara a su Madre desde la antigüedad de los siglos hasta la consumación de los mismos.
Fue gracia para ellos sin duda muy singular. Pero también es grande la gracia que me hace a mí dándome conocimiento de su Madre e inspirándome sentimientos de amor y veneración hacia Ella, ahora que, dichosa, reina en los Cielos. Pero ¿me sirvo yo de estas luces e inspiraciones? ¿Venero yo a María conforme a conocimiento que tengo de ella? ¡Ah! yo sé que es todopoderosa ahora que reina en los Cielos, y no obstante, apenas me acuerdo de acudir a ella en mis necesidades y aflicciones, y si lo hago es con tibieza y frialdad: yo sé que sólo espera mis ruegos para concederme gracias, y no obstante, si acudo a ella, es dudando de su protección. ¿Por qué no la amo y venero como aquellos religiosos, lleno de fe y esperanza en su protección? Y ¿por qué espero acudir a ella cuando la necesidad me obliga? Si mi corazón no está dispuesto a amarla y venerarla en toda ocasión, no tengo verdadera devoción y puede decirme la Virgen: "Acudes a mí, no por honrarme, sino por librarte de la necesidad." Quiero, pues, preparar mi corazón y sellarlo con esa devoción tan grata y consoladora, a fin de que ningún otro amor, sino el de Jesús, pueda dominar en él.

Oración final 

Gloriosísima Virgen, Reina de los Ángeles, Madre de Dios y de los Carmelitas, María Santísima, yo el más indigno de vuestros hijos acudo a vuestras plantas con el afecto que me inspira vuestro amante corazón y la confianza que me da en santo escapulario, prenda vuestra riquísima y señal de mi salvación, para presentaros las suplicas y afectos que mi corazón ha formado en este día en obsequio vuestro para más amaros y mejor serviros. Vos como Madre de Dios y dispensadora de todas las gracias del cielo, todo lo podéis, y como Madre amante y especial de los que visten vuestro santo escapulario, no os negareis a recibir mis pobres suplicas y alcanzarme el remedio de mis necesidades, la gracia de que mi alma os ame y sirva cada día más durante mi vida y después merezca ser ayudado de vos en la hora de mi muerte. 

Pídase ahora con toda confianza la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen.

EJEMPLO 

Después que los herejes dieron pruebas de su impiedad en varios lugares de Flandes, fueron el 12 de Febrero a un Convento de religiosas Carmelitas, situado en la Villa de San Martin, y mientras las religiosas, temiendo algún siniestro accidente, se habían reunido todas para suplicar con fervorosas plegarias a la Virgen del Carmen, de la cual eran hijas, para que las salvase, siete de aquellos impíos soldados subieron sin obstáculo a los muros del Convento; pero encontrando allí a la Virgen Santísima vestida con el hábito Carmelitano y en actitud de defender aquel lugar, tomaron tal espanto, que todos se precipitaron de aquella altura. Pero no acabó aquí la protección de María a favor de sus hijas. 
Algunos compañeros de aquellos sacrilegios que aterrados se echaron del muro, forzando las puertas de la clausura subieron a los dormitorios, y penetrando donde estaban aquellas buenas religiosas orando, la misma Señora vista por los primeros puso también en precipitada fuga a los segundos. Así fueron defendidas por la amorosa Madre del Carmelo aquellas sagradas vírgenes y pudieron luego refugiarse en la ciudad vecina. Volviendo poco tiempo después los herejes a la misma ciudad y corriendo furibundos al convento de las religiosas, entraron en él violentamente y comenzaron a buscar a aquellas vírgenes, que todas juntas estaban en el coro ocupadas en la oración mental y sin saber lo que pasaba. En tan grave peligro, la Virgen del Carmen las hizo invisibles a los ojos de aquellos malvados, que habiendo recorrido todo el convento, no pudieron encontrarlas. Viéndose ya cansados y sin esperanza de poderlas hallar, añadiendo nueva maldad, dieron fuego al convento por los cuatro lados, para que fueran consumidas por él las que no habían sido halladas. Pero ¿qué puede la humana astucia contra la Virtud celeste? En un momento y de improviso vino una lluvia tan abundante, que apagó el incendio en su corazón de aquellas buenas religiosas amor a su Madre, que así velaba por ellas para protegerlas en toda necesidad.

Así acude la Virgen del Carmen a socorrer a sus hijos y devotos, si la aman de corazón y la invocan en sus necesidades.

 Obsequio. Confesar y comulgar con mucho fervor en todas las festividades de la Virgen nuestra madre. 

Sentencia. Mayor deseo tiene María de hacerte el bien y darte la gracia, que tú de recibirla (Bernardino de Busto).

Oremus. 
Deus, qui Beatissimae semper virginis, et genitricis tuae Mariae singulari titulo Carmeli ordinem decorasti: concede propitius, ut cujus hodie commemorationem solemni celebramus officio, ejus muniti presidiis ad gaudia sempiterna pervenire mereamur. Qui vivis, et regnas in secula seculorum. Amen.

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús



Se repite
-Señor, ten piedad de nosotros.
-Cristo, ten piedad de nosotros.
-Señor, ten piedad de nosotros.

-Cristo, óyenos.
-Cristo, escúchanos.

Ten misericordia de nosotros
-Dios, Padre Celestial,
-Dios Hijo, Redentor del mundo,
-Dios, Espíritu Santo,
-Santísima Trinidad, que eres un solo Dios,

Ten misericordia de nosotros
-Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre,
-Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo,
-Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios,
-Corazón de Jesús, de infinita majestad,
-Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
-Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,
-Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo,
-Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad,
-Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor,
-Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
-Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,
-Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,
-Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
-Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de la sabiduría, y de la ciencia,
-Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad,
-Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace,
-Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido,
-Corazón de Jesús, deseado de los eternos collados,
-Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia,
-Corazón de Jesús, generoso para todos los que te invocan,
-Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad,
-Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
-Corazón de Jesús, colmado de oprobios,
-Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados,
-Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
-Corazón de Jesús, traspasado por una lanza,
-Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
-Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
-Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
-Corazón de Jesús, víctima por los pecadores,
-Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan,
-Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren,
-Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,

-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Perdónanos Señor.
-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Óyenos Señor.
-Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten misericordia de nosotros.

-Jesús, manso y humilde de Corazón,
- Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

Oremos. 
Dios todopoderoso y eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a los que piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

10 de Julio: Memoria Litúrgica de san Cristóbal, mártir



La imagen más frecuente de San Cristóbal representa un gigante barbudo que lleva sobre los hombros al Niño Jesús y le ayuda a atravesar las aguas de un río; el Niño sostiene el mundo con la punta de los dedos, como si jugase con una pelota.

Esta imagen se refiere a una de las leyendas  más conocidas sobre el santo. Según esta tradición, su verdadero nombre era Reprobus, y era un gigante que deseaba servir al mayor rey que existiese. Llegado a la corte de un rey que se consideraba invencible, se puso a su servicio; pero un día vio que el monarca se santiguaba ante la mención del diablo. Le preguntó el por qué, y el rey le dijo que tenía miedo del diablo, por lo que cada vez que lo oía nombrar, hacía el signo de la cruz buscando protección.

El gigante entonces se puso a buscar al diablo, considerándolo más poderoso que el rey. No tardó en encontrarlo, y comenzó a seguirlo y a servirlo. Pero un día, pasando por un camino en el que había una cruz, el diablo cambió de ruta. Reprobus le preguntó el motivo, y el diablo admitió que se veía obligado a escapar asustado ante la cruz, porque Cristo había muerto sobre una cruz. Entonces Reprobus lo abandonó para buscar a Jesucristo.

Conoció a un ermitaño que le instruyó en la fe cristiana y le sugirió que construyese una cabaña cerca de un río de aguas peligrosas y viviese allí ayudando a los caminantes a atravesarlo, empleando su estatura y su fuerza. Este servicio complacería a Cristo, pues mucha gente perecía tratando de atravesar el río. Un día, el gigante escuchó una voz infantil que le pedía ayuda: era un niño que deseaba pasar a la otra orilla. El gigante lo cargó sobre sus hombros y comenzó a atravesar las aguas tumultuosas; pero a medida que avanzaba, el peso del niño aumentaba, hasta el punto de que solo con un gran esfuerzo consiguió alcanzar la orilla opuesta. Allí el Niño le reveló su identidad: era Jesús, y el peso que el gigante había sostenido era el del mundo entero, salvado por la Sangre de Cristo.

Esta leyenda, además de inspirar la iconografía occidental, ha hecho que San Cristóbal sea invocado como patrón de los barqueros, los peregrinos y los viajeros.

En Oriente, San Cristóbal es representado generalmente con cabeza de perro, como testimonian muchos iconos conservados en San Petersburgo y Sofía. Según algunos, esta iconografía indica que se trata de un culto nacido en el ámbito helenístico-egipcio, con una clara referencia al dios Anubis.

Más probable, aunque más complicada, es esta otra hipótesis: Reprobus se enroló en el ejército romano y se convirtió al cristianismo con el nombre de Cristóbal. Denunciado por su actividad de apostolado entre sus camaradas y conducido ante el juez, resistió a todos los intentos de hacerle abjurar de su fe, por lo que fue decapitado. Así, Cristóbal llevó a Cristo en su corazón hasta el martirio, como el asno  llevó a Cristo en su entrada triunfal en Jerusalén. Por esta razón, en Oriente se difundió inicialmente la costumbre de representar a Cristóbal con cabeza de asno, que más adelante fue transformada en cabeza de perro. Se trataría por tanto de una iconografía propiamente cristiana, sin ninguna relación con los cultos paganos.

Según la Leyenda Áurea, el martirio de Cristóbal tuvo lugar en Samo, en Licia, un 25 de julio. El santo resistió a las torturas infligidas con barras de metal ardiente. Entonces le dispararon flechas, que quedaron suspendidas en el aire; una de ellas volvió hacia atrás y atravesó el ojo del soberano que había ordenado el suplicio. El rey dio orden de decapitar a Cristóbal, y el santo, antes de morir, le dijo: “Lávate el ojo con mi sangre y quedarás curado”. El rey recuperó la vista y se convirtió. Desde entonces se invoca la intercesión de San Cristóbal para curar las enfermedades de la vista.

Su Fiesta es celebrada el 10 de julio y el 25 de este mismo mes. 

10 de Julio: Memoria Litúrgica de los santos Agustín Zhao Rong, presbítero y compañeros, mártires de China



El primer anuncio del Evangelio en China tiene orígenes muy remotos: parece que hasta Santo Tomás, uno de los Doce Apóstoles de Jesús, haya llegado hasta allá en su labor de evangelización. Los primeros testimonios ciertos de la llegada del cristianismo a China a través de Siria, sólo se pueden encontrar en el siglo V, mientras que en los tiempos modernos se debe mucho a la Compañía de Jesús, es decir, al envío de misioneros como Matteo Ricci, que desembarcó en Macao en 1582. Inicialmente, la nueva religión gozaba de cierta libertad de culto, con el edicto del emperador que en 1692 permitió la profesión de fe y la libre predicación dentro del imperio. Pero no duraría mucho tiempo.

Agustín Zhao Rong nació en Guizhou en 1746 en una familia pagana. A los 20 años se enroló en el ejército imperial y a los 26, como guardia de la prisión de Wuchuan, recibió la tarea de custodiar a los cristianos encarcelados tras la persecución imperial desatada en 1772. Y es justamente aquí donde ocurre algo extraordinario. Sucedió que se detuvo cada vez más a menudo para escuchar a los sacerdotes que no dejaban de proclamar el Evangelio, ni siquiera durante la detención, y casi sin darse cuenta se encontró convertido al cristianismo. Recibiendo el bautismo del 28 de agosto se hizo llamar Agustín, luego se puso al servicio de los misioneros que se ocupaban de bautizar a los niños que morían de hambre y, una vez terminados los estudios teológicos necesarios, fue ordenado sacerdote en 1781. Gran predicador, capaz de conmover hasta las lágrimas con sus relatos de la Pasión de Jesús, obtuvo muchas conversiones y fue enviado a Yunnan para evangelizar a los aborígenes. 

En 1815, lamentablemente, la persecución anticristiana se reanudó en China y Agustín, reconocido como sacerdote, fue encarcelado y sometido a tortura hasta su martirio. Pero no fue el primero, porque donde llega el cristianismo, pronto también llega el martirio. Protomártir de China, de hecho, se consideraba al padre Francesco Fernández de Capillas, dominico asesinado en odio a la fe en 1648. Muchos los seguirán: se cuentan 120 muertos entre 1648 y 1930, de los cuales 87 nacieron y se criaron en China; los otros eran en su mayoría religiosos que vinieron en misión. Con ocasión del Gran Jubileo del año 2000 y de la canonización de San Agustín Zhao Rong, Juan Pablo II unificó a todos los mártires chinos en una sola causa, aunque beatificados en diferentes momentos, siendo todos testigos valientes del Evangelio de Cristo, que anunciaron con las palabras y con su propia vida hasta el sacrificio extremo.

    Oración Colecta de la Santa Misa 

Pidamos especialmente por la Iglesia CATÓLICA
en China que es perseguida y asesinada 
por la dictadura China.

Señor Dios, que en tu admirable providencia fortaleciste a tu Iglesia con el testimonio de los santos mártires Agustín y sus compañeros, te pedimos que tu pueblo, fiel a la misión que le encomendaste, pueda vivir en libertad y dar testimonio de la verdad ante el mundo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 

San Agustín Zhao Rong y compañeros mártires de China
rueguen por nosotros y por la Iglesia Católica en China.