DÍA XXI
Por la Señal de la Santa Cruz. Señal de la Cruz.
Oración inicial
Madre mía amantísima del Carmen, aquí vengo a vuestra presencia con el más profundo respeto y veneración a ofreceros el ejercicio de este día, que consagro a vos por haberme admitido, a mí, el más miserable de los hombres, entre vuestros hijos predilectos los Carmelitas, para favorecerme con vuestra especial protección y amor. Yo os doy miles de gracias por ello, Madre mía, y os suplico que iluminéis mi entendimiento e inflaméis los efectos de mi corazón, para hacer con verdadero fruto este ejercicio, a fin de que merezca ser recibido por vos como un obsequio de vuestro hijo. Amén
¿El privilegio sabatino a sido aprobado por los Sumos Pontífices?
I
Aunque este privilegio no es obra de los hombres, sino venido del cielo, mediante la madre de Dios, era necesario que tuviera la aprobación y confirmación de los Sumos Pontífices, Vicarios de Jesucristo, quienes tienen encomendado de Dios el cuidado y vigilancia inmediata de la iglesia, con la suprema protestad para destruir el error, explicar toda duda y enseñar la verdad. La misma escritura sagrada, qué es palabra de Dios no se tendría por verdadera si la iglesia no lo declaraste por medio de sus Pontífices, y por eso decía San Agustín: no creería en el evangelio si no me moviese la autoridad de la iglesia Católica. Era necesario, pues, que el privilegio sabatino, alcanzado y revelado por la reina de los cielos, tuviera la aprobación y confirmación de los Sumos pontífices.
¿Y ha sido en verdad ha probado y confirmado por ellos?
Después de explicar Juan XXII en su bula el privilegio sabatino, con las demás palabras que la virgen le dirigió, concluye diciendo: esta santa indulgencia acepte confirmó en la tierra, como por los méritos de la virgen madre, graciosamente Jesucristo concedió en los cielos.
Alejandro V confiesa en una bula haber visto la de Juan XXII llamada sabatina, y dirigiéndose al general, religiosos y cofrades del Carmen, les dice que conoce como verdadera y confirma la bula de Juan XXII.
Clemente VII se explica en otra bula de esta manera: el sábado siguiente después de la muerte de los religiosos y cofrades del Carmen la gloriosa virgen madre de Dios María, visitandolos en el purgatorio, los librara de aquellas penas.
También Paulo III confirma en su bula otra de Clemente VII, donde dice este pontífice qué "la gloriosisima madre de Dios ayudará a las almas de los religiosos y cofrades después de su muerte, con su continua intercesión, sufragios y especial protección."
Y San pío V concluye su bula diciendo: con autoridad apostólica y por el tenor de las presentes,aprobamos cada uno de los privilegios (de la orden carmelitana) y también el sabatino.
Después de todo esto, la sagrada congregación de ritos aprobó el oficio de la Virgen del Carmen, en cuyas lecciones se lee que la Virgen consolara en el purgatorio y sacara cuanto antes las almas de aquellos que inscritos en la sociedad del santo escapulario, guardaren una módica abstinencia, rezaren las pocas veces que se le prescribe y guarden castidad, conforme al estado que tuvieron.
¿Podrá dudar todavía alguno de la fuerza de este privilegio, siendo tantos los pontífices y congregaciones que, además de reconocerlo, lo han aprobado y alabado como una misericordia de la madre de Dios con sus religiosos y cofrades del Carmen?
II
Anima, pues, tu fe, alma mía, y con toda seguridad busca y abraza este privilegio tan grande que tu amorosa madre te concede; dale gracias porque te a cubierto con vestido de salud, qué te librará de aquellas terribles llamas;pon toda tu confianza en el santo escapulario y espera en él; colocate bajo las alas de su piedad, de todos los privilegios y gracias que lleva, y no temas, porque él será tu salvación: y cuando te encuentres en aquella terrible cárcel del purgatorio, podrás decir a María: he aquí que llevo vuestro escapulario, miradme, y quedaré libre, pues mi salvación está en vuestras manos. Y ella, como madre piadosísima llena de amor y misericordia, enviara sus ángeles para que te saquen, el sábado, de aquellas penas. Si quieres obtener, pues, tanto bien, no dejes el santo escapulario, estréchale con verdadero afecto contra tu corazón, y cumple lo que él te prescribe. Pero si por pereza deja de observar sus obligaciones, entonces eres una sombra de la cofradía; María no podrá bendecirte, porque no cumples lo que le has prometido, ni el escapulario te libertara; en vano será que muestres esa divisa, porque no será reconocida. Obra, pues, ahora cómo querrás entonces haber obrado, y piensa que será poco todo lo que puedas hacer por librarte, o salir cuanto antes de tan acerbas penas. María del Carmen te ofrece desde ahora su protección y ayuda, y ya sabes qué puede más un suspiro de la madre de Dios,que la intercesión de todos los santos juntos; y ella que tiene dominio en el reino del purgatorio, como dice San Bernardino de Sena, para librar a sus devotos, mejor sacará a sus cofrades, hijos predilectos, con quienes ha empeñado su palabra de sacarles el sábado.
Alaba, pues, a María, alma mía; consuélate en esta esperanza y bendice su misericordia.
Oración final
Gloriosísima Virgen, Reina de los Ángeles, Madre de Dios y de los Carmelitas, María Santísima, yo el más indigno de vuestros hijos acudo a vuestras plantas con el afecto que me inspira vuestro amante corazón y la confianza que me da en santo escapulario, prenda vuestra riquísima y señal de mi salvación, para presentaros las suplicas y afectos que mi corazón ha formado en este día en obsequio vuestro para más amaros y mejor serviros. Vos como Madre de Dios y dispensadora de todas las gracias del cielo, todo lo podéis, y como Madre amante y especial de los que visten vuestro santo escapulario, no os negareis a recibir mis pobres suplicas y alcanzarme el remedio de mis necesidades, la gracia de que mi alma os ame y sirva cada día mas durante mi vida y después merezca ser ayudado de vos en la hora de mi muerte.
Pídase ahora con toda confianza la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen
EJEMPLO
Cuando el sumo pontífice Paulo V revocó en 1609 todas las indulgencias concedidas a las Órdenes religiosas, algunos emulos del Carmelo se levantaron en lisboa contra el santo escapulario, acudiendo a la inquisición de Portugal para que prohibiese a los padres Carmelitas predicar, o de cualquier modo publicar el grande singular privilegio sabatino, y el inquisidor general de aquel reino prohibido a los predicadores hablar de tal privilegio. Toda la religión del Carmen se conquistó contristó grandemente, como madre qué, antes de saber la enfermedad, oye la triste nueva de la muerte de su querido y adorado hijo, y al instante acudió al sumo pontífice, mientras decían continúa súplicas y oraciones a Dios y a María santísima del Carmen para poder conservar un privilegio que la misma María virgen les había concedido y que poseían ya cerca de 300 años. No sólo los religiosos y religiosas del Carmen interponían sus potentes ruegos delante de Dios, sino también otras personas religiosas, de renombrada virtud y santidad, para que la decisión de la causa fuera favorable.
El P. Procurador general de los Carmelitas, de la congregación de Mantua, encargó la causa a las oraciones de la venerable Sor Laura, cuya fama de santidad era conocida en toda Italia, y que habitaba en el monasterio de Agustinas de San Cayó, en Florencia, que estaba sujeto a los superiores del Carmen. Está Santa religiosa pidió con fervor a Dios y eso santísima madre María virgen por el buen éxito de un negocio tan importante para la orden del Carmen, poniendo por intercesor al mártir San Lorenzo, de quién era devotísima. Movido este Santo de las fervorosas súplicas de aquella religiosa, se le apareció diciéndole, en nombre de la Santísima Virgen, que "participaste al P. Procurador de Mantua, que ella defendería la causa de su orden en la corte romana, y que en ésta como en otras ocasiones sentirían los Carmelitas su favorable patrocinio." La buena religiosa quedó consolada sobremanera con esta revelación y participando la al P. Procurador y este a los otros superiores,se alegró toda la orden con júbilo extraordinario.
Poco tiempo después, el sumo pontífice Paulo V, con la sagrada congregación de la universal inquisición de Roma, expidió un decreto el 11 de febrero de 1613,en el cual declaró la especial y continua protección de María santísima para con las almas de los religiosos y cofrades del Carmen detenidas en el purgatorio especialmente en el día de sábado después de su muerte, devolviendo al mismo tiempo a los Carmelitas la facultad de poder predicar a los fieles esté tan consolador privilegio.
Por donde se ve que la virgen no abandona su orden, asistiendo a la de una manera especial en sus tribulaciones,y que los Sumos Pontífices reconocen este privilegio sabatino, no como grasa de los hombres, sino como misericordia de la madre de Dios.
Obsequio. Dar gracias a María por este privilegio tan singular que nos ha concedido y hacer alguna obra en sufragio de las almas de los cofrades.
Sentencia. María hace, con sus méritos e intercesión, que sean más leves y cortas las penas que sufren las almas del purgatorio y que se abrevia el tiempo de su detención.
(Novarino)
Oremus.
Deus, qui Beatissimae semper virginis, et genitricis tuae Mariae singulari titulo Carmeli ordinem decorasti: concede propitius, ut cujus hodie commemorationem solemni celebramus officio, ejus muniti presidiis ad gaudia sempiterna pervenire mereamur. Qui vivis, et regnas in secula seculorum. Amen.