> SoydelaVirgen : 07/30/20

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Del 30 de Julio al 7 de Agosto: Novena en honor a Santo Domingo de Guzmán



Oración para todos los días

Dios todopoderoso que hiciste de nuestro Padre Domingo un testimonio vivo de la verdad y del amor, te rogamos nos concedas la gracia y la fuerza de seguir sus caminos, dejándonos guiar por tu sabiduría que viene de lo alto. Haz que por su mediación, sintamos en nosotros la urgencia de anunciar al mundo el Evangelio. Haznos, Señor, vivir siempre en la esperanza y en la confianza de tu santa voluntad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Día 1: Domingo Hablaba con Dios y de Dios

Ha sido siempre el objetivo de las almas grandes. Desde la experiencia cristiana que habla del Dios encarnado, a ese Dios se le busca en el propio interior, somos carne de Dios y en el otro, también encarnación de Dios. Surge así la relación clásica entre el cultivo de la vida interior y el darse a los demás: contemplación y acción; ¿complementarias?, ¿opuestas?.
Santo Domingo fue un fraile de su tiempo. Por lo tanto esencialmente contemplativo. Los momentos de oración eran los momentos más propios de su vida de canónigo regular. Pero las circunstancias – a través de las cuales es necesario descubrir el plan de Dios, y él lo descubrió, – le pusieron en contacto con una humanidad doliente y extraviada en el sur de Francia. Esto dio forma nueva a su oración.
La espiritualidad de Domingo es una espiritualidad de encarnación. Desde los hombres y para los hombres. Sus primeros biógrafos insisten en cómo continuamente hablaba de Dios. Pero también de cómo hablaba largamente con Dios. En este dialogo con Dios. La oración siempre es diálogo, y por lo tanto más escucha que charla, quería saber que sería de los pecadores.
A partir de ese momento su contemplación se centró en descubrir a Dios, su proyecto de amor a los hombres en esos hombres y mujeres con los que se encontró. Santo Domingo sabía de Dios en momentos de oración individual o comunitaria, en el estudio de su palabra. La contemplación le hizo a Domingo descubrir la necesidad de la predicación. Esta predicación, este contacto con esa humanidad, le hicieron humanizar su insistente oración.
Mirar a Domingo es necesario para entender y saber llevar a la práctica la siempre dialéctica relación entre oración y acción, silencio y predicación. Para que la espiritualidad no sea espiritualismo alienante, sino espiritualidad de ser humano que vive entre seres humanos, siente, goza y sufre con ellos, y está a su servicio para entregarles una Palabra escuchada, orada, estudiada, es decir, contemplada.
En la contemplación es donde más se une la inteligencia y la voluntad; gracia y naturaleza; y allí en la contemplación nace la predicación.
Con este espíritu Domingo fundó el Monasterio de Prulla, y desde entonces nuestras monjas dominicas están dedicadas al servicio divino, en oración continua y austeridad de vida que implica obras de penitencia, así como renuncias, con plena madurez de libertad. Su oración es contemplativa, pero en razón del carisma de toda la Orden, del que ellas participan, su oración es también apostólica. Las monjas predicadoras, sin abandonar el claustro, ni hacerse oír fuera de él, según requiere su vocación, cooperan de manera propia al ministerio de los frailes, invocando la iluminación del Espíritu Santo para que los predicadores, llevados por el amor de Dios, que es el alma del apostolado, sean voz de la palabra divina, en espíritu y en verdad, con integridad y pureza. Y a la vez instan al Espíritu Santo a que disponga, en actitud ampliamente receptiva, superadora de toda sabiduría humana, a los que escuchan el acto profético de la predicación, para que la palabra germine y obre eficazmente en ellos.

Oración Final

Santo Domingo, inspíranos a vivir un Evangelio integral, como respuesta a un mundo que busca y nos reta; y así, Padre, tu ejemplo nos estimule, y la Verdad nos ilumine en el estudio y la oración; y ambos nos urjan a transmitir a los demás lo que contemplamos y vivimos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Día 2: Domingo Hombre de la Palabra: Predicador

A la oración Domingo, lleva los problemas de su predicación, las circunstancias en las que se hayan las personas a las que se dirige, las dificultades que encuentra en su misión: dificultades durante el día, oración más intensa durante la noche. Oración en la que, junto a la experiencia de Dios, une la experiencia de la humanidad pecadora, extraviada, con la que se encuentra, que le lleva a las lágrimas.

Ora de noche y de día. En realidad su predicación es oración y su oración predicación. Es una vida con dos vertientes, pero que se juntan en la cima. En ese lugar de conjunción es donde se sitúa la espiritualidad de Domingo.

En el santo es una oración cargada de afecto: oración «afectiva» como la llaman los teóricos de la mística. Afectiva porque en ella se junta el amor a Dios, el sentirse amado por él, con el amor a los hombres, por los que llora. Y su petición más continua que le diera Dios «verdadero amor para cuidar y trabajar eficazmente en la salvación de los hombres…» como nos dice el Beato Jordán. Es el mismo afecto que le impulsa en su misión de predicador.

Santo Domingo ha pasado a la historia precisamente por ser predicador y por fundar la Orden de los Frailes Predicadores. La predicación es el signo más distintivo de su relevancia histórica. Pero no fue el fundador de la predicación, que va unida al mismo ser de la Iglesia, sino un modo de predicar.

Es el corazón de Domingo quien le lleva a sus compromisos con las personas. Ese afecto le hace ser paciente con ellas. El diálogo largo y continuado es el modo de manifestar su interés por las personas. No es el catedrático que expone y defiende una tesis, para que triunfe la verdad, sin más, Domingo es predicador, va directamente al interior de la persona, les predica porque sufre con ellas, sus preocupaciones son las suyas, hace suyo su dolor, su error, su pecado y quiere caminar junto con ellas para superar todo lo que haya de negativo.

Oración Final
Concédenos, Santo Domingo, vocaciones nuevas, que continúen tu obra de la «Sagrada Predicación», hablando con Dios o de Dios, para que, así, padre, se cumpla lo que tú mismo prometiste, en honor a la Verdad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Día 3: "Caritas Veritatis"

Mes de Julio dedicado a la Virgen del Carmen - Día 23°


Día XXIII

Por la señal de la santa cruz. Señal de la Cruz. 

Oración inicial 

Madre mía amantísima  del Carmen, aquí vengo a vuestra presencia con el más profundo respeto y veneración a ofreceros el ejercicio de este día, que consagro a vos por haberme admitido, a mí, el más miserable de los hombres, entre vuestros hijos predilectos los Carmelitas, para favorecerme con vuestra especial protección y amor. Yo os doy miles de gracias por ello, Madre mía, y os suplico que iluminéis mi entendimiento e inflaméis los efectos de mi corazón, para hacer con verdadero fruto este ejercicio, a fin de que merezca ser recibido por vos como un obsequio de vuestro hijo. Amén

Obligaciones Para ganar los privilegios del santo escapulario

I

Ya se ha visto con grandes y provechosos son los privilegios que lleva el santo escapulario, la filiación especial con María, su cariñosa asistencia en los peligros de la vida, la salvación en la muerte, la pronta salida del purgatorio, la participación de los méritos de toda la orden, etc.; más, para conseguirlos, quiere antes la virgen probar nuestra fidelidad y amor, así como Dios quiso probar la fidelidad del primer hombre cuando, al colocarle en el paraíso, le prohibió comer del árbol de la vida. si nosotros somos fieles en cumplir las obligaciones a que nos hemos ligado al ingresar a la cofradía del santo escapulario, por el pacto de la virgen ha firmado con nosotros mereceremos todos los privilegios y gracias Que María ha concedido a está tan tierna devoción por ella instituida, y de esta manera, nos dará ella después vienes y gracias mayores. 
     ¿ y cuáles son las obligaciones que la Virgen María señala y exige de sus cofrades para que puedan ganar los privilegios del santo escapulario, la primera, es recibir el santo escapulario de persona autorizada para ello; la segunda, hacerse inscribir en el libro de la cofradía; la tercera, guardar castidad según el estado de cada uno; la cuarta, llevar siempre colgando del cuello el santo escapulario; la quinta, rezar el oficio parvo de la Virgen todos los días, los que saben leer, y los que no saben, observar los ayunos de la iglesia y guardar abstinencia los miércoles y sábados de cada semana, excepto el día de Natividad del Señor, si cayere en uno de estos, estas son las pocas obligaciones que pide la Virgen del Carmen a sus cofrades para que puedan ganar los privilegios y gracias extraordinarias del santo escapulario y su amor especial. 
     ¿Y es mucho esto? Jacob estuvo 14 años trabajando para conseguir su esposa Raquel, y los israelitas anduvieron 40 años por el desierto para alcanzar la tierra de promisión. ¿ Y no vale más el amor especial de María, madre de Dios, que el de Raquel? ¿No vale más que la tierra de promisión el santo escapulario del Carmen, que enriquece tu alma y te conduce la verdadera patria de promisión, de la que era solamente figura aquella de los israelitas? Y con todo, no exige de nosotros tantas pruebas y fatigas María.

II 

Aquí puedes admirar una vez más la misericordia y amor de tu cariñosa María la Virgen del Carmen, que por tan poca cosa te ofrece riquezas y gracias tan singulares. Porque ¿Qué son, en efecto, las obligaciones que te pide, el comparación de las gracias que te da? Un amor especial y una filiación particular predilecta de la reina de los cielos y Madre de Dios debía alcanzarse después de una larga vida de sufrimientos y penas toleradas por su amor, porque esta filiación especial y predilecta de María es el más alto honor, la gloria suprema, es un bien y una Gloria que no admiten comparación con los bienes y gloria de esta vida. Una señal segura de su protección en la vida, de salvación en la muerte, de libertad en el purgatorio, no podría jamás alcanzar el hombre con ninguna de sus obras, si la misericordia y amor de tal Madre no se la diese tan graciosamente. ¿Y te parecerá mucho las pocas obligaciones que para probar tu fidelidad y amor que señala ella misma? ¡Cuán miserable y digno de compasión sería el que por tan poca cosa dejase El manantial riquísimo el santo escapulario, cuyas aguas da la vida eterna! sólo podría compararse con aquel perezoso de qué nos habla la Escritura Sagrada, que por no llevar la mano a la boca se dejó morir de hambre. 
      Ya que te ofrecen, pues, a ti esa mina de oro, trabájala, pues ella hará tu felicidad en la tierra y en el cielo. No digas que no tienes tiempo: que si quieres obrar conforme a la recta razón, esta te dice que antes debes preferir las cosas de más interés e importancia. Anímate, pues, a cumplir con exactitud las obligaciones del santo escapulario, hazlo por tu bien, por tu interés, y mira que te lo pide también por amor tu Madre y pues nada le negaría a ella si en persona que pidiese cualquier cosa, piensa que estas obligaciones ella misma las dictó. Dile, pues, con afecto y fervor de corazón: madre mía amorosa del Carmen, aunque nada me prometierais, la gratitud y correspondencia a vuestro fin No amor me obligaría a cumplir lo que habéis escrito; pero ya que es vuestra voluntad que lo haga para ganar tantas ganancias y privilegios, cumpliré mis obligaciones con prontitud, alegría y toda determinación. 

Oración final

Gloriosísima Virgen, Reina de los Ángeles, Madre de Dios y de los Carmelitas, María Santísima, yo el más indigno de vuestros hijos acudo a vuestras plantas con el afecto que me inspira vuestro amante corazón y la confianza que me da en santo escapulario, prenda vuestra riquísima y señal de mi salvación, para presentaros las suplicas y afectos que mi corazón ha formado en este día en obsequio vuestro para más amaros y mejor serviros. Vos como Madre de Dios y dispensadora de todas las gracias del cielo, todo lo podéis, y como Madre amante y especial de los que visten vuestro santo escapulario, no os negareis a recibir mis pobres suplicas y alcanzarme el  remedio de mis necesidades, la gracia de que mi alma os ame y sirva cada día mas durante mi vida y después merezca ser ayudado de vos en la hora de mi muerte. 

Pídase  ahora con toda confianza la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen

EJEMPLO

Había en Nápoles un hombre rico, que no pudiendo satisfacer los depravados deseos que concibió contra una honesta joven, y creyendo que era su hermano el obstáculo que impedía el logro de su mal deseo, mandó a un hombre a qué lo matase. Una tarde de miércoles, mientras éste se dirigía a una posesión suya, le salió en el camino un malvado pagado por su hermano, qué descargando le un tiro le abro en el pecho una grande herida que manaba mucha sangre. Al verse éste así sorprendido gritó: "madre mía santísima del Carmen, ayúdame." Cayó en tierra el herido, y al instante se puso sobre él el homicida, que con grueso cuchillo en mano le abrió nueve profundas heridas, dejándolo ya por muerto. Luego que marchó el homicida, oyó el herido una voz que decía: "Tomás, levántate" abrió los ojos con auxilio sobrenatural y vio cerca de él una señora llena de majestad con hábito obscuro y capa blanca. Fortalecido un poco de la visión, dijo: "¿Cómo era el levantarme si estoy lleno de heridas y apunto de morir? --- créeme, dijo la Señora, y ven conmigo." Al oír estas palabras se incorporó cómo pudo y siguió a su conductora un buen pedazo de camino hasta que llegó a un horno. Llamó a la puerta, pero el dueño no quería abrir, porque habiendo oído el tiro, pensó que era mala gente; más repitiendo El infeliz herido sus instancias, se dio el dueño y abrió. al verle en tan mala manera le preguntó Cómo había podido venir hasta que el lugar estando así herido. " Esta Señora, respondió Tomás, me ha ayudado. --- ¿Qué Señora? , Replicó el otro, que nadie veía. --- ¿ No la ve ? , Dijo el herido, está aquí cerca de mí." Creyó el dueño de la casa que el enfermo estaba en delirio, y sin hacer más caso y amo a la gente que tenía en casa para socorrerle. Fue llamado en seguida el párroco del pueblo vecino, qué le confesó y dio los sacramentos del viático y extremaunción. Confortado que fue con los sacramentos, aquella buena Señora, que no se había separado de su lado, le dijo: " Tomás, porque has sido observante de tus obligaciones como cofrade de mi orden del Carmen, te he ayudado y ahora te espero en el cielo." Dicho esto, desapareció, y al poco rato emprendió su vuelo a los cielos aquella dichos alma. Así premió la Virgen del Carmen la fidelidad de su siervo. 

Obsequio

Sentencia.

Oremus.
Deus, qui Beatissimae semper virginis, et genitricis tuae Mariae singulari titulo Carmeli ordinem decorasti: concede propitius, ut cujus hodie commemorationem solemni celebramus officio, ejus muniti presidiis ad gaudia sempiterna pervenire mereamur. Qui vivis, et regnas in secula seculorum. Amen.

Oración de la Mañana (Jueves en Período de Pandemia)



En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 
(Podemos hacer la Señal de la Cruz, mojando nuestra frente con Agua Bendita)

En este jueves vamos a rezar pidiéndole a Jesús que nos ayude durante todo el día. 

Vamos a responder rezando: "Ayúdanos en este día, Señor"

- No permitas Señor, que hoy nos dejemos vencer por el mal, antes danos tu fuerza para que venzamos al mal a fuerza de bien. 

- Tú que bautizado por Juan en el Jordán fuiste ungido con el Espíritu Santo, asístenos durante este día para que actuemos movidos por este mismo Espíritu. 

Señor Jesucristo, Luz Verdadera que alumbras a todos los hombres y les muestras el camino de la salvación. Concédenos la abundancia de tu gracia para que preparemos delante de Ti sendas de justicia y de paz. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. 


Insistimos ante la imagen del Cristo Crucificado, que nos salve, que nos ayude. 

Señor Jesús, Santo Cristo, Esperanza que nunca nos defrauda, ten piedad de nosotros y líbranos de todo mal. Te suplicamos que doblegues el flagelo de este virus, que se difunde entre nosotros, que cures a los enfermos, preserves a los sanos, sostengas a quienes trabajaban por la salud de todos. Muéstranos tu rostro de misericordia, y sálvanos por tu gran amor. Te lo pedimos por la intercesión de María, Madre tuya y madre nuestra, que con su amor fiel nos acompaña. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. 

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 


Santa Madre de Dios, protege a los médicos, a los enfermeros, al personal sanitario, a los voluntarios en este período de emergencia combaten en primera línea y arriesgan su vida para salvar otras vidas. Acompaña a su heroico esfuerzo y concédeles fuerza, bondad y salud. Amén.

30 de Julio: Memoria Litúrgica de san Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia


Crisólogo significa: el que habla muy bien.

Este santo ha sido uno de los oradores más famosos de la Iglesia Católica. Nació en Imola (Italia) y fue formado por Cornelio obispo de esa ciudad, por el cual conservó siempre una gran veneración. Este santo prelado lo convenció de que en el dominio de las propias pasiones y en el rechazar los malos deseos reside la verdadera grandeza, y que este es un medio seguro para conseguir las bendiciones de Dios.

Pedro gozó de la amistad del emperador Valentiniano y de la madre de este, Plácida, y por recomendación de ellos los dos, fue nombrado Arzobispo de Ravena (la ciudad donde vivía el emperador). También gozó de la amistad del Papa San León Magno.

Cuando empezó a ser arzobispo de Ravena, había en esta ciudad un gran número de paganos. Y trabajó con tanto entusiasmo por convertirlos, que cuando él murió ya eran poquísimos los paganos o no creyentes en esta capital.

A la gente le agradaban mucho sus sermones (y por eso le pusieron el sobrenombre de crisólogo, o sea: el que habla muy bien). Su modo de hablar era conciso, sencillo y práctico. Sabía explicar muy claramente las principales verdades de la fe. A ratos se entusiasmaba tanto mientras predicaba, que la misma emoción le impedía seguir hablando, y el público se contagiaba de su entusiasmo y empezaban muchos a llorar. En los dos meses más calurosos del verano dejaba de predicar y explicaba así jocosamente a sus oyentes el porqué de esta determinación: "en este tiempo de calores tan bochornosos no les predico, porque ustedes se apretujan mucho para escucharme y con estas temperaturas tan altas llegan los ahogos y trastornos, y después le echan toda la culpa de ello a mis sermones". La gente se admiraba de que en predicaciones bastante breves, era capaz de resumir las doctrinas más importantes de la fe. Se conservan de él, 176 sermones, muy bien preparados y cuidadosamente redactados. Por su gran sabiduría al predicar y escribir, fue nombrado Doctor de la Iglesia, por el Papa Benedicto XIII.

Recomendaba mucho la comunión frecuente y exhortaba a sus oyentes a convertir la Sagrada Eucaristía en su alimento de todas las semanas.

Murió el 30 de julio del año 451.

Quiera nuestro buen Dios concedernos que muchos predicadores y catequistas de nuestro tiempo merezcan también el apelativo de Crisólogos: los que hablan muy bien.

Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica. (Lc, 8, 21).