> SoydelaVirgen : 09/25/20

--------------------------------------------- San Martin de Tours y La Virgen de los Buenos Aires / La Inmaculada Concepción y San Ponciano | Patronos de la Ciudad de Buenos Aires / Patronos de la Ciudad de La Plata -----------------------

Del 25 de Septiembre al 3 de Octubre: Novena en honor a san Francisco de Asís

 


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración de San Francisco ante el Cristo de San Damián (OrSD)

Sumo, glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta,
esperanza cierta
y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla
tu santo y verdadero mandamiento.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Bienaventurado Padre San Francisco, dirigid compasiva mirada desde el excelso trono de vuestra gloria y rogad por vuestro pueblo; por este pueblo que habéis escogido para que en todo tiempo sirva delante de Vos en el ministerio del Señor. Así sea.

DÍA PRIMERO

Admirable Padre San Francisco, ángel de paz y heraldo del Rey de reyes, que con vuestras virtudes sois una de las mayores glorias de la Iglesia, obtenedme por vuestras llagas y por vuestras grandezas, las virtudes propias de mi estado y la gracia que os pido, si es la voluntad de Dios. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA SEGUNDO

Glorioso Padre San Francisco, Arca de santidad y fundador de la Orden Seráfica, por lo cual sois aclamado grandioso Padre de ingentes multitudes en vuestras tres Ordenes de Menores, de religiosas franciscanas y de terciarios, alcanzadme el menosprecio del mundo y el deseo de las cosas celestiales. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA TERCERO

Seráfico Padre San Francisco devotísimo de la Reina de los cielos, de la que recibisteis inefables bondades y la proclamasteis Patrona de vuestras obras, obtenedme la filial devoción a la Inmaculada Virgen María en tanto grado como es la voluntad de Dios. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA CUARTO

Santísimo Padre San Francisco, imitador del Hijo de Dios y copia exacta de Jesús, que por los copiosos dones de gracia que habéis recibido y por vuestra semejanza al Divino Redentor sois llamado Nuevo Cristo, haced que imite vuestros ejemplos para copiar más exactamente a Jesús, divino modelo de los predestinados. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA QUINTO

Pacientísimo Padre San Francisco, serafín abrasado y amante de la cruz, que fuisteis favorecido por Jesús con la impresión de las sagradas llagas en vuestro cuerpo, alcanzadme que lleve incesantemente la cruz y haga frutos dignos de penitencia. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA SEXTO

Maravilloso Padre San Francisco, modelo de la perfección, que ocupáis en el cielo el lugar más elevado que perdió el más alto de los ángeles caídos, velad por vuestros hijos y devotos y haced que obtengan siempre las misericordias del Señor con vuestra amable bendición. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA SÉPTIMO

Taumaturgo Padre San Francisco, que obráis grandiosas maravillas en favor de los que se acogen a vuestro patrocinio y es vuestra eficacísima protección, lograd que se cumplan en mi las promesas hechas a vuestros hijos, de que ninguno se condenaría vistiendo dignamente el hábito, sino que obtendría la misericordia arrepintiéndose de sus pecados. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA OCTAVO

Devotísimo Padre San Francisco, que sois "el santo más amante del Sagrado Corazón de Jesús, la víctima más identificada con El y el alma que se ofrece continuamente a la Justicia divina para obtener en El y por El misericordia para los pecadores y amor y gracia para las almas religiosas", acrecentad en mi el perfecto amor de Dios y del prójimo. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA NOVENO

Poderosísimo Padre San Francisco, auxilio de los que os invocan, que por querer de Dios libráis del Purgatorio las almas de vuestros hijos y lográis su entrada en el paraíso, hacedme verdadero hijo vuestro, para que merezca siempre vuestra valiosísima protección. 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Oración en honor a las llagas de San Francisco

Gloriosísimo Protector y Padre mío, San Francisco, a ti acudo, implorando tu poderosa intercesión, para entender el amor que Dios Nuestro Señor te manifestó al martirizar vuestra carne y vuestro espíritu. Tus llagas son cinco focos de caridad divina; cinco lenguas que me recuerdan las misericordias de Jesucristo; cinco fuentes de gracia celestiales que el Creador te confió para que las distribuyas entre tus devotos. ¡Oh Santo amabilísimo!, pide por mí a Jesús crucificado una chispa del fuego que ardía en tu alma aquel día dichoso en que recibiste la seráfica crucifixión, a fin de que, recordando tus privilegios sobrenaturales, imite tus ejemplos y siga tus enseñanzas, viviendo y muriendo, amando a Dios sobre todas las cosas.

Se dicen las intenciones de la novena y se rezan 5 padrenuestros, avemarías y glorias en honor de las cinco llagas de San Francisco.

ORACIÓN FINAL

Perfeccionad, Padre Seráfico, la viña que vuestras manos han plantado y escuchad las súplicas de vuestros hijos.

Padre mío San Francisco, rogad y bendecid a vuestros hijos y devotos. Amén.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

25 de Septiembre: Fiesta de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás

Desde los orígenes de la parroquia de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, Prov. de Buenos Aires, República Argentina, existió una profunda devoción a la Santísima Virgen, honrada bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, siendo ella la Primera Patrona del Curato de los Arroyos.

En el año 1884, se inauguró el actual templo parroquial de San Nicolás de Bari, y para dicha oportunidad fue donada una hermosa imagen de la Virgen del Rosario, que fue traída desde Roma donde el Papa León XIII la bendijo con una especial bendición para la feligresía de San Nicolás, En esos años se había creado en la Parroquia la Cofradía del Rosario, y se celebraba anualmente esta fiesta de la Virgen con su correspondiente novena preparatoria.

Ya en nuestros días, el 25 de Setiembre de 1983, en la ciudad de San Nicolás se comienza a asistir a un hecho de características particulares: Una sencilla mujer llamada Gladys Quiroga de Motta, esposa y madre de dos hijas, que solamente había podido cursar el cuarto grado y sin conocimientos teológicos ni bíblicos, manifiesta ver y oír a la Santísima Virgen. Más tarde descubre que la Virgen se le aparece como la Virgen del Rosario, cuya imagen estaba relegada al campanario por su deterioro.

La Santísima Virgen, según la vidente, le había pedido la construcción de un templo en su honor, en el lugar de las apariciones. La Virgen comienza a darle una serie de mensajes, mayormente exhortativos, juntamente con citas bíblicas, llamando a la oración, a la conversión y a la consagración.


AÑO 1983

25 de Septiembre Primera aparición de la Virgen a Gladys Quiroga de Motta.

28 de Septiembre Segunda aparición.

7 de Octubre Gladys pregunta a la Virgen que desea, y recibe la visión de una capilla.

12 de Octubre Gladys se confía a un sacerdote.

13 de Octubre La Virgen le habla por primera vez.

Octubre Audiencia con el entonces Obispo Diocesano, Mons. Antonio Rossi.

15 de Noviembre Gladys recibe el mensaje: "Soy Patrona de esta región. Haced valer Mis derechos".

Primer mensaje de Cristo. En el futuro Él aparecerá una vez por mes con un mensaje, que prolonga el de la Virgen.

19 de Noviembre La Virgen hace conocer a Gladys su misión: "Eres puente de unión". "Predicad mi Palabra".

24 de Noviembre Un rayo de luz indica a Gladys el emplazamiento del futuro Templo.

27 de Noviembre Reconoce la aparición al ver la Imagen de la Virgen del Rosario, relegada en el campanario a consecuencia de su deterioro. La Virgen le dice: "Quiero estar en la ribera del Paraná".

 
AÑO 1984

30 de Octubre 10.30 horas. Primera Comunión del pequeño Gonzalo y comienzo de su curación.

Noviembre Gladys es recibida por el nuevo Obispo de San Nicolás, Mons. Domingo Salvador Castagna (nacido en 1931, consagrado Obispo el 4 de Diciembre de 1978 y trasladado a San Nicolás el 20 de Octubre de 1984.)  Audiencia del nuevo Obispo de San Nicolás con el Papa Juan Pablo II. 

AÑO 1985

Abril Nombramiento de la Comisión de Estudios.

25 de Agosto Donación de EL CAMPITO por parte del Municipio de San Nicolás.

25 de Octubre Declaración de la Comisión de Estudios. 

AÑO 1986

25 de Febrero Primera Procesión y celebración de la Santa Misa en EL CAMPITO. Presidida por el Vicario General Monseñor Roberto Mancuso.

25 de Marzo Segunda Procesión y Santa Misa presidida, por primera vez, por el Obispo Diocesano, Monseñor Domingo Castagna.

25 de Mayo Divulgación de la Medalla (Día de la "Santísima Trinidad")

25 de Agosto Mons. Castagna anuncia en su homilía la colocación de la Piedra Fundamental del Santuario.

10 de Septiembre Elección del anteproyecto.

23 de Septiembre Nombramiento y constitución de la Comisión "Pro Templo".

25 de Septiembre Colocación de la Piedra Fundamental.

Septiembre Aparece el primer número de la revista del Santuario: "María del Rosario de San Nicolás".

25 de Octubre Inauguración de la Casa del Peregrino y del nuevo edificio propio del Centro de Difusión del Movimiento Mariano.

AÑO 1987

11 de Abril Audiencia de Monseñor Castagna con el Santo Padre en Rosario, con ocasión de la visita del Papa a la Argentina. El Obispo promete al Papa los estudios de San Nicolás.

14 de Agosto Inauguración de la Imprenta del Centro de Difusión del Movimiento Mariano "San Maximiliano Kolbe".

8 de Octubre Firma del contrato con la Empresa constructora "Geriach & Campbell " para la construcción del Templo.

13 de Octubre Inicio de las obras de construcción del Santuario. 

AÑO 1988

25 de Octubre Fin del trabajo de estructura del Santuario en su primera etapa.

AÑO 1989

19 de Marzo Traslado de la Imagen y bendición e inauguración del Santuario (la primera parte construida hasta ese momento). Nombramiento del primer Rector del Santuario, Pbro. Carlos Pérez 25 de Septiembre Mons. Castagna ordena sacerdote al diácono Carlos Coolican, el cual conjuntamente con el padre Carlos Pérez, el P. Pablo Montero (osb) y el P. Hugo Detto, forma parte de los sacerdotes del Santuario.

Noviembre Mons. Castagna tiene una nueva audiencia con el Papa Juan Pablo II y lo informa detalladamente sobre la acción pastoral asumida con respecto a esta manifestación de Dios en su Diócesis. 

AÑO 1990

2 de Febrero Inicio de la segunda etapa de la construcción del Santuario

11 de Febrero Fin de la catequesis de Nuestra Señora de San Nicolás.

Marzo Aparece el primer número del Boletín del Santuario "María del Rosario de San Nicolás".

2 de Abril Peregrinación del Padre Gobbi, fundador del Movimiento Sacerdotal Mariano que reúne cerca de 60,000 sacerdotes en todo el mundo.

25 de Agosto Monseñor Castagna consagra el Santuario, San Nicolás y los Peregrinos a Dios, por intermedio del Corazón Inmaculado de María.

Octubre Monseñor Castagna, elegido por la Conferencia Episcopal, representa a la Iglesia Argentina en el Sínodo de Obispos en Roma. 

Mensajes sobre la Medalla

2-12-84 Me dice: Debéis hacer acuñar una medalla, con mi imagen de la advocación del Rosario de san Nicolás y en el reverso, la Santísima Trinidad con siete estrellas.

25-9-85 Hija mía: te diré el significado de las Siete estrella: son siete gracias, que mi hijo Jesucristo concederá, a quien la lleve sobre su pecho. Alabado sea el Señor.

Mensaje del Escapulario

5-3-86 "Hija mía: Encárgate para que se haga un escapulario. Que sea de color blanco ya que el blanco es el símbolo de la pureza. Mi imagen llevará los colores celeste y rosado. Este escapulario deberá ser destinado a los enfermos del cuerpo y del alma y lo llevará aquel que realmente sienta esa necesidad en su corazón, porque con el escapulario, ira el compromiso de orar a María del Rosario. Este pedido mío apremia. Amén".


Consagración a Ntra. Sra. del Rosario de San Nicolás

¡Oh Madre, quiero consagrarme a ti! 
Virgen María, hoy consagro mi vida a ti
siento necesidad constante de tu presencia en mi vida.
Para que me protejas, me guíes y me consueles.
Sé que en tí mi alma encontrará reposo
y la angustia en mí no entrará.
Mi derrota se convertirá en victoria
mi fatiga en ti fortaleza es. Amén.

Oración a Nuestra Señora del Rosario 
de San Nicolás

Santa María, Madre nuestra que 
en cada misterio del Santo Rosario
nos brindas al Salvador, 
acudimos a Tí necesitados,
nos alegramos que desde la cruz del Señor 
te haya encomendado
la misión de acercarnos a Él y a su Iglesia 
por al conversión y la penitencia.

Alentados por la confianza 
que nos inspiras ponemos 
en tus manos maternales
nuestras preocupaciones y temores, 
pero deseamos imitar tu fidelidad a Dios
aceptando con amor y humildad todas las pruebas.

¡Madre nuestra del Rosario de San Nicolás!,
que tu presencia renueve nuestra vida, 
alivie nuestro ser agobiado
por el sufrimiento y la enfermedad, 
sostenga nuestra docilidad a la gracia
y fortalezca nuestro amor a los demás, 
convirtiéndolos así en testigos 
del amor del Padre
que no vaciló por tu intermedio, 
en darnos a Jesús. Amén.

Secuencia de Nuestra Señora de La Merced

 


Plaudat agmen captivorum

Aplauda el escuadrón de los Cautivos,
y la ilustre tropa de Cristianos cante
en este día cánticos solemnes,
que el júbilo del ánimo declaren.
 
Mostremos todos juntos nuestro gozo,
y agradecidos, este día grande
celebremos, al ver ya quebrantadas
las prisiones tiranas y fatales.
  
¡Ya resplandece aquel benigno día,
digno de los aplausos celestiales,
que de su heroica caridad nos muestra
las más faustas, y célebres señales!
  
La Fe, a quien combaten las astucias
del infiel, y la vida miserable
entre tantos trabajos consumida,
las restablece hoy la Virgen Madre.
  
La que viendo los llantos, los tormentos,
y lamentos que sin consuelo esparcen
los Cristianos en tan infeliz suerte,
trata de remediarlos al instante.
  
Para sacarlos del continuo riesgo
en que viven, y de trabajos tales,
y que se restituyan a su Patria,
sin que su fe padezca algún desfalque.
  
Cuando Nolasco meditaba los medios
de poder al cautivo libertarlo,
y a fin de hallarlos recurría al Cielo,
en continua oración firme y constante.
  
La Madre de Clemencia se le muestra
con un semblante celestial y afable,
a fin de que a los míseros cautivos
de las cadenas sarracenas saque.
  
Y le dice, que a ella y a su Hijo
juntamente, será muy agradable,
si en honra suya y con su dulce Nombre
Un sagrado Orden de Piedad fundare.
  
Cuyo fin principal sea al cautivo
librar de las prisiones en que yace
arrojado, y sacarle indemne y libre
de opresión tan tirana y lamentable.
  
Esta obra insigne de caridad rara
ordena que puntualmente se guarde
y para que el debido efecto tenga,
a otros la misma revelación hace.
  
Obedeciendo Pedro a su precepto,
hizo solemne voto con sus frailes
de redimir, y de quedarse en rehenes
si la necesidad a ello obligare.
  
Dulce Fundadora nuestra,
muestra que eres nuestra Madre,
y socorre a los cautivos
en tantas necesidades.
   
Aumenta la caridad,
tu Orden logre el mayor auge,
y hazla agradable a tu Hijo,
puesto que tú la fundaste.
  
Haznos siempre agradecidos
a ti: y para que en el trance
de la muerte nos salvemos,
muéstranos vuestro semblante.
Amén. Aleluya.

Letanía a Nuestra Señora de la Merced

 



Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros 

Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos

Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros,
Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros
Santa Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros

Santa María, (a partir de esta invocación se responde "ruega por los cautivos")
Virgen Inmaculada,
Claustro de pureza,
Baluarte de la fe,
Defensa de los oprimidos,
Fortaleza de los débiles,
Abogada de los pecadores,
Madre del Redentor,
Madre del género humano,
Madre de los cristianos,
Madre de los cautivos,
Madre de los que esperan en ti,
Madre de la misericordia,
Puerta del paraíso,
Maestra de la verdad,
Remedio de los necesitados,
Descanso en la fatiga,
Refugio de los pobres,
Salud de los enfermos,
Consuelo de los que sufren,
Tutela de los abandonados,
Estrella de los navegantes,
Faro en la noche oscura,
Victoria de los que luchan,
Camino de los emigrantes,
Madre de la esperanza,

De todo mal, (a partir de esta invocación se responde "líbralos, Señora")
De todo pecado,
De la humillante servidumbre,
De la opresión de los poderosos,
Del hambre y de la sed,
Del frío y desnudez,
De la prisión y el destierro,
De la soledad y el abandono,
De la tiránica violencia,
De la crueldad de los tormentos,
De las infames torturas,
De la muerte injusta,
De la falsedad y traición,
De la seducción y el engaño,
De la claudicación de la fe,
Del naufragio de la esperanza,
Del odio y la venganza,
De la ceguera de la mente,
De la seducción del mal,

Madre y Merced de Dios para los hombres, (a partir de esta invocación se responde: "te rogamos, óyenos")
Madre y Merced de Dios, liberadora,
Madre y Merced de Dios que nos redime,

- Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

Oración.
Señor Dios, que asociaste a María, nuestra Madre, a la obra redentora de tu hijo, concede a los fieles, que sufren por tu nombre, espíritu de paciencia y caridad, para que se manifiesten siempre testigos fieles de tus promesas. Por Cristo, nuestro Señor. Amén. 


MES DE SEPTIEMBRE: 25° Día de la Mes de la Virgen de los Dolores

 


MES DE SEPTIEMBRE CONSAGRADO A LOS SIETE DOLORES DE MARÍA SANTÍSIMA

ORACIÓN DE PREPARACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios y Señor mío, que por el hombre ingrato os hicisteis también hombre, sin dejar por eso la divinidad, y os sujetasteis a las miserias que consigo lleva tal condición; a vuestros pies se postran la más inferior de todas vuestras criaturas y la más ingrata a vuestras misericordias, trayendo sujetas las potencias del alma con las cadenas fuertes del amor, y los sentidos del cuerpo con las prisiones estrechísimas de la más pronta voluntad, para rendirlos y consagrarlos desde hoy a vuestro santo servicio. Bien conozco, dueño mío, que merezco sin duda alguna ser arrojado de vuestra soberana presencia por mis repetidas culpas y continuos pecados, sepultándome vuestra justicia en lo profundo del abismo en castigo de ellos; más la rectitud de mi intención, y el noble objeto que me coloca ante vos en este afortunado momento, estoy seguro, mi buen Dios, Dios de mi alma, suavizará el rigor de vuestra indignación, y me hará digno de llamaros sin rubor.... Padre de misericordia.

No es esta otra más que el implorar los auxilios de vuestra gracia y los dones de vuestra bondad para que, derramados sobre el corazón del más indigno siervo de vuestra Madre, que atraído por su amor y dulcemente enajenado por su fineza viene a pedir esta merced, reflexione y contemple debidamente sus amargos dolores, y causarla de esta manera algún alivio en cuanto sea susceptible con esta ocupación y la seria meditación de mis culpas. Concededme, Señor, lo que os pido por la intercesión de vuestra Madre, a quien tanto amáis. Y vos, purísima Virgen y afligidísima Reina mía, interponed vuestra mediación para que vuestro siervo consiga lo que pide. Yo, amantísima Madre de mi corazón, lo tengo por seguro de vuestra clemencia; porque sé que todo el que os venera alcanzará lo que suplica, y. aunque este en la tribulación se librará de ella, pues no tenéis corazón para deleitaros en nuestras desgracias, y disfrutáis de tanto poder en el cielo que tenéis el primado en toda nación y pueblo ¡Feliz mil veces acierto a conseguir vuestras gracias para emplearme en tan laudable ejercicio! Derramad, Señora, sobre mí vuestras soberanas bendiciones; muévase mi alma a sentimiento en la consideración de vuestros santísimos dolores; inflamese mi voluntad para amaros cada vez más. Entonces sí que os podré decir: "Oh Señora, yo soy tu siervo" Consiga yo, en fin, cuanto os pido, siendo para mayor honra de Dios y gloria vuestra, como lo espero, consiguiendo seguro la salvación de mi alma. Amén.

DIA XXV

Ahora, dolorosísima Virgen, os podemos llamar con verdad Madre nuestra. Vuestro mismo Hijo único nos cedió este derecho en sus últimas palabras, y nos puso bajo vuestra protección. Desde tan feliz instante quedamos en la obligación de reconoceros por tal. ¡Ojalá desempeñásemos todos las obligaciones que nos impone tal acepción! De mi parte, Madre mía, estoy resuelto a cumplirlas con toda fidelidad. Enjugad, pues, Señora, vuestras lágrimas.

Cierto es que os quedáis destituida de un tan singular y divino Hijo, y que recuerdo tan amargo acibara todos los momentos de vuestra vida; más en lo posible haré por dulcificarlos con mi recto proceder. Por lo mismo me parece que la más fuerte prueba será el amor que delante de los cielos y a la faz del universo he de profesar a mi Dios. Yo mismo, en cuanto sea adaptable a mi capacidad, exhortaré a las criaturas todas á tan soberano amor Sí, almas piadosas, excitad en vuestro corazón esta divina llama, pues con su vivífico calor os hallareis robustecidas en el camino de vuestra peregrinación; si os broqueláis con este cortísimo escudo, no tenéis que temer cosa alguna; si os dejáis dirigir por este celestial norte, os encontrareis poseídas de una heroicidad cual la de un Abrahán, y a su imitación sacrificareis las cosas más estimadas, aunque sea vuestra misma vida, y lograreis los jeroglíficos y las alabanzas que de David forma el Espíritu Santo, entre las cuales dice "que el Señor le hizo invencible a sus enemigos… "No hay duda ninguna, porque a los que aman a Dios "todas las cosas les salen bien" así lo experimentareis, padres de familias, porque este amor de Dios os ilustrará para enseñar bien a vuestros hijos, y os aliviará las incomodidades que os ocasiona su educación.

Así lo experimentareis vosotros los que estáis unidos por el santo matrimonio, porque con el amor de Dios tendréis paciencia para soportar las molestias y pesadumbres que os cause el genio, la condición o la temeridad de vuestro consorte, si es de áspera condición, y viviréis en una perfecta paz ¡Qué alegres os encontrareis asimismo vosotros, o infelices á quienes la suerte constituyó en una fortuna común y acaso necesitada, ganando el sustento con el sudor de vuestro rostro, y soportando otros mil trabajos, si tenéis en vuestro corazón la posesión feliz y venturosa del amor de Dios! Todos, en fin, cuantos os miráis oprimidos de las aflicciones de esta vida, efectos indudables de nuestras culpas y pecados, ¡cuán consolados os hallareis, si desde luego os determináis a amar a vuestro Dios y a conservaros en tan divino amor! Tiernos niños, amad desde vuestra infancia a Dios, para que seáis felices. Juventud hermosa y delicada, dadle vuestro corazón a Dios, ¡para que en él infunda su santo amor y vuestra felicidad! ricos, pobres, sabios, ignorantes, hombres y mujeres todas, amad a un Dios que tanto os ha amado No permitáis jamás que la llama de su amor se extinga en vosotros, y desfallezcáis para siempre... Amad a Dios, porque ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni cabe en la comprensión humana lo que el Señor tiene preparado para los que le Aman.

Alma mía, tú no te descuides tampoco en tanta felicidad Sin temor ofréceselo a tu Madre dolorosa en este instante prométeselo así coa toda resolución porque así, recibiendo cada vez más aumentos de la gracia, te emplees en el servicio y obligación de tan buena Madre, y seas digno de que te llame su hijo en el cielo.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS.

¿Por qué, o Dios mío, no he de daros las más humildes gracias, cuando en esta breve consideración os habéis dignado comunicar a mi alma los importantísimos conocimientos de unas verdades que tan olvidadas y menospreciadas tenía por mi abandono y necedad? ¿Por qué no he de concluir este saludable ejercicio rindiéndoos las más profundas alabanzas, cuando en él siento haberse encendido en mi corazón la llama del amor divino, que tan amortiguada es taba por un necio desvarío y por una fatal corrupción de mi entendimiento? Y pues que vos, que sois la verdad infalible y el verdadero camino que conduce a la patria celestial, habéis tenido a bien de comunicar a mi alma los efectos propios de vuestro amor, con los que puedo distinguir lo cierto é indudable que me sea útil a la salvación, y lo falso y mentiroso que me precipitará a mi perdición, por tanto, Señor, quiero aprovecharme desde este momento de tan divinas instrucciones, para caminar con libertad y seguridad entre tantos estorbos y peligros como me presenta este mundo miserable, y de este modo llegar más pronto a unirme con vos. Consígalo así, Virgen Santísima, para vivir compadeciéndome de vuestros dolores y aflicciones, y cumpliendo la promesa que os hice de ser siervo vuestro. Esta sea mi ocupación, estos mis desvelos y cuidados en este valle de lágrimas, porque así después disfrute en la celestial Jerusalén de vuestra compañía, en unión de tantos fieles Servitas que recibieron ya el premio de vuestros servicios, reinando a vuestro lado por los siglos de los siglos. Amén.