> SoydelaVirgen : 07/26/20

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26 de Julio al 3 de Agosto: Novena en honor a san Juan María Vianney, el "Santo Cura de Ars"




Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

DÍA PRIMERO
Fe ardiente. San Juan María Bautista Vianney tu naciste de una madre profundamente religiosa; de ella recibiste la santa Fe, aprendiendo a amar a Dios y a rezar. Ya a temprana edad se te pudo ver arrodillado delante de una estatua de María. Tu alma fue arrebatada de forma sobrenatural hacia las cosas más elevadas. A pesar del alto coste respondiste a tu vocación.

Contra muchos obstáculos y contradicciones tuviste que luchar y sufrir para llegar a ser el perfecto cura que fuiste. Pero tu espíritu de profunda fe te sostuvo en todas estas batallas. Oh gran santo, tu conoces el deseo de mi alma. Quisiera servir a Dios mejor. De El he recibido muchas buenas cosas. Por esto, obtén para mi más valor y especialmente una profunda fe.

Muchos de mis pensamientos, palabras y acciones son inútiles para mi santificación y mi salvación porque ese espíritu sobrenatural no impulsa mi vida. Ayúdame a ser mejor en el futuro.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. 
Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… 

(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA SEGUNDO

Completa confianza en Dios. San Juan María Bautista Vianney, ¡cuanta confianza tenía la gente en tus oraciones! No podías abandonar tu vieja rectoría o tu humilde iglesia sin verte rodeado por almas implorantes, que recurrían a ti al igual que hicieron al mismo Jesús durante su vida terrenal. Y tu, oh buen santo, les dabas esperanza con tus palabras que estaban llenas de amor para Dios.

Tu, que siempre confiabas enteramente en el corazón de Dios, obtén para mi una confianza filial y profunda en su Providencia. Así como la esperanza de bienes divinos llena mi corazón, dame valor y ayúdame a obedecer siempre los mandamientos de Dios.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. 
Ruega por mi durante esta novena y especialmente por…

 (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
 Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA TERCERO 
Amor verdadero al prójimo. San Juan María Bautista Vianney, por causa de tu amor a Dios mostraste una gran caridad hacia tu prójimo. No podías predicar el amor de Dios sin derramar lágrimas de amor. Durante tus últimos años parecía como si no pudieras hablar acerca de otra cosa o vivir para cualquier otra cosa. Así te sacrificaste a ti mismo por tu prójimo mediante el consuelo, la absolución y santificándoles hasta el límite de tus fuerzas.

Tu caridad me inspira a un mayor amor a Dios, un amor que se muestra más por los hechos que por las palabras. Ayúdame a amar a mi prójimo con igual generosidad a como Cristo los ama.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. 
Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… 

(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA CUARTO
Horror al pecado. San Juan María Bautista Vianney, tu fuiste tan inflexible contra el pecado, y sin embargo, tan amable y dispuesto a acoger al pecador. Acudo a ti hoy como si aún estuvieras vivo, como si estuviera arrodillado ante tus pies y pudieras oírme. Inclínate hacia mí, escucha al confidente arrepentido por las debilidades y acciones miserables.

Cura del Señor, infatigable confesor, obtén para mi el horror al pecado. Tu quisiste sobre todo que evitáramos la ocasión de pecar. Quiero tomar tu consejo y hacer la resolución de romper con los malos hábitos y evitar las ocasiones peligrosas de pecar. Ayúdame hoy a examinar mi conciencia.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. 
Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… 

(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA QUINTO 
Confesor de almas. Oh Santo Cura de Ars, tu sabías cuan importante era una buena confesión para la vida cristiana. Para procurar felices frutos a millones de almas era por lo que tu aceptabas estar en un incómodo confesionario, que era como una prisión, hasta 15 y 16 horas en ciertos días.

Voy a intentar a desarrollar el hábito de la confesión frecuente, a prepararme adecuadamente cada vez y a tener siempre arrepentimiento de mis pecados, para que así la gracia de la final perseverancia y también la santificación de mi alma sean aseguradas. Pide por mi este gracia.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. 
Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… 

(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA SEXTO 
Presencia real. Oh Santo Cura de Ars, cuyo único consuelo en este mundo era la presencia real de Jesús en el tabernáculo, ¿acaso no era tu gran felicidad distribuir la comunión a los peregrinos que te visitaban?. Tu negabas la comunión a las almas que se negaban a reformarse, pero a las almas de buena voluntad les abrías de par en par las puertas de la fiesta de la eucaristía.

Tu, que cada día en la Santa Misa recibías la Santa Comunión con gran amor, dame algo de tu fervor. Libre de pecado mortal, obtén para mi un sincero deseo de beneficiarme al recibir la Santa Comunión.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. 
Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… 

(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA SÉPTIMO
Ahuyentador del demonio. Oh Santo Cura de Ars, los infames ataques del demonio que tuviste que sufrir y las pruebas que te desalentaban hasta la fatiga no te hicieron abandonar la sublime tarea de convertir las almas. Durante muchos años el demonio vino a interrumpir tu corto descanso pero tu ganaste gracias a la mortificación y las oraciones.

Poderoso protector, tu conoces bien el deseo del tentador por dañar mi alma bautizada y creyente. El quisiera verme pecar rechazando los Santos Sacramentos y la vida de virtud. Buen santo de Ars ahuyenta de mi toda traza del enemigo.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. 
Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… 

(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA OCTAVO
Pureza exquisita. Oh Santo Cura de Ars, de ti un testigo de tu vida dijo esta frase: "Le hubiéramos tomado por un ángel en un cuerpo mortal".

Tu edificaste a tantos otros: la modestia y la exquisita pureza radiaban de tu cuerpo. Con ese encanto y con ese entusiasmo predicaste a otros acerca de esas bellas virtudes que tu decías se asemejaban al perfume de un viñedo en flor.

Por favor yo te imploro que unas tus súplicas a las de María Inmaculada y Santa Filomena para que siempre guarde, tal y como Dios me pide, la pureza de mi corazón. Tu, que has dirigido a tantas almas hacia las alturas de la virtud, defiéndeme en las tentaciones y obtén para mí la fortaleza para conquistarlas.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. 
Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… 

(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

DÍA NOVENO 
Deseo de cielo. Oh Santo Cura de Ars, tus restos preciosos están guardados en un magnífico relicario, donación de los sacerdotes de Francia. Pero esta gloria terrena es sólo una pálida imagen de la gloria indescriptible que estas disfrutando con Dios. Durante el tiempo que permaneciste en la tierra solías repetir en tus horas de abatimiento: "ya descansaré en la otra vida". Ahora ya esta hecho: ya estás en la paz y felicidad eternas.

Deseo seguirte algún día. Pero hasta entonces te oigo diciéndome: "debes trabajar y luchar mientras estés en el mundo". Enséñame entonces a trabajar por la salvación de mi alma, a difundir la buena nueva, el buen ejemplo y a hacer el bien a los que me rodean y así poder recibir la felicidad de los elegidos contigo.

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. 
Ruega por mi durante esta novena y especialmente por… 

(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones). Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

* * *

¡Oh San Juan Vianney, patrón de los curas,
ruega por nosotros y por todos los curas!

Letanía a santa Ana, madre de la Virgen María



Se repite.
-Señor, ten piedad de nosotros.
-Cristo, ten piedad de nosotros.
-Señor, ten piedad de nosotros.

-Jesucristo, óyenos.
-Jesucristo, escúchanos.

Ten piedad de nosotros.
-Dios Padre celestial,
-Dios Hijo Redentor del mundo,
-Dios Espíritu Santo,
-Dios Uno y Trino,

Ruega por nosotros.
-Señora Santa Ana,
-Santa Ana, abuela de Cristo,
-Santa Ana, Madre de María Virgen,
-Santa Ana, esposa dignísima de Joaquín,
-Santa Ana, suegra del santo patriarca José,
-Santa Ana, arca de alianza,
-Santa Ana, monte de Horeb,
-Santa Ana, raíz de José,
-Santa Ana, descendiente de estirpe real,
-Santa Ana, alegría de los Angeles,
-Santa Ana, hija de los Patriarcas,
-Santa Ana, oráculo de los Profetas,
-Santa Ana, gloria de los Santos,
-Santa Ana, alegría de los Sacerdotes y Levitas,
-Santa Ana, nube resplandeciente,
-Santa Ana, llena y colmada de gracias,
-Santa Ana, modelo de bendición,
-Santa Ana, modelo de devoción,
-Santa Ana, modelo acabado de paciencia,
-Santa Ana, fortaleza de La Iglesia,
-Santa Ana, refugio de todos los pecadores,
-Santa Ana, protectora de los cristianos,
-Santa Ana, alivio y consuelo de los afligidos,
-Santa Ana, madre ternísima de las viudas,
-Santa Ana, maestra y dechado de Las vírgenes,
-Santa Ana, protectora eficaz de los navegantes,
-Santa Ana, especialísima abogada de sus devotos,
-Santa Ana, luz y refugio de cuantos la invocan,
-Santa Ana, protectora y aliento de todos los fieles,

-Cordero de Dios que borras los pecados del mundo,
Perdónanos, señor.
-Cordero de Dios que borras los pecados del mundo,
Escúchanos, señor.
-Cordero de Dios que borras los pecados del mundo,
Ten piedad de nosotros.

Se repite.
-Señor, ten piedad de nosotros.
-Cristo, compadécete de nosotros.

- Amó Dios a Señora Santa Ana.
- Y tuvo en mucho sus virtudes.

ORACIÓN

Señora, sea eternamente bendita la gloriosa Señora Santa Ana, por haber tenido la dicha de llevar en su seno a La Santísima Virgen María, Madre de Dios. La acompañamos a tan gran Santa con todo nuestro afecto y particular devoción en la alegría que experimentó su bendita alma en el nacimiento de su Hija y la felicitamos por el generoso sacrificio que hizo al Altísimo cuando la presentó en el Templo.

Dignaos vos, gran Santa, presentamos con vuestras manos a Jesús y a María, y sed para con ellos nuestra especial protectora y abogada ternísima.

¡Qué no debemos esperar, amada Santa mía, de vuestro eficaz valimiento y poderoso patrocinio, si tenemos la dicha de hallar gracia en vuestra soberana presencia!

No en vano ponemos en vos toda nuestra confianza. Amén.

ORACIÓN

¡Oh Dios, que te dignaste hacer a la Señora Santa Ana la gracia de que fuera Madre de la Madre de tu Unigénito Hijo! Concédenos por tu bondad y misericordia que los que veneramos a tan gran Santa con particular devoción en la tierra, merezcamos lograr su poderoso patrocinio, para después gozarnos en su compañía en la eterna Bienaventuranza del cielo. Amén.

ÚLTIMA ORACIÓN

Dios te salve, María llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tú entre todas las mujeres y bendita Señora Santa Ana, tu Santísima Madre, de la cual naciste sin mancha de pecado, y de ti nació Jesús Hijo de Dios vivo, que vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amén.

Himno Litúrgica del Te Deum Laudamus



A ti Dios, primeras palabras del cántico) es uno de los primeros himnos cristianos, tradicional de acción de gracias.

Suele ser entonado en momentos de celebración. El himno es utilizado por la Iglesia Católica Romana, en el Oficio de las Lecturas encuadrado en la Liturgia de las Horas. También se suele entonar en las Misas celebradas en ocasiones especiales como en las ceremonias de canonización, la ordenación de presbíteros, etc. Los Cardenales lo entonan tras la elección de un Papa.

Compuesto originalmente en latín, el nombre se debe a que así empieza su primer verso. Se suele denominar también como "Himno Ambrosiano", pues se atribuye a San Ambrosio de Milán, aunque una leyenda indica que lo compusieron en común, inspirados por el Espíritu Santo, San Agustín de Hipona y San Ambrosio. Cuando, en el año 387, San Agustín recibió el Bautismo de manos de San Ambrosio -sigue diciendo la leyenda-, Ambrosio entonó este himno y Agustín iba respondiendo a sus versos.

En latín: 

Te Deum laudamus:
te Dominum confitemur.
Te aeternum Patrem,
omnis terra veneratur.

Tibi omnes angeli,
tibi caeli et universae potestates:
tibi cherubim et seraphim,
incessabili voce proclamant:

Sanctus, Sanctus, Sanctus
Dominus Deus Sabaoth.
Pleni sunt caeli et terra
maiestatis gloriae tuae.

Te gloriosus Apostolorum chorus,
te prophetarum laudabilis numerus,
te martyrum candidatus laudat exercitus.

Te per orbem terrarum
sancta confitetur Ecclesia,
Patrem immensae maiestatis;
venerandum tuum verum et unicum Filium;
Sanctum quoque Paraclitum Spiritum.

Tu rex gloriae, Christe.
Tu Patris sempiternus es Filius.
Tu, ad liberandum suscepturus hominem,
non horruisti Virginis uterum.

Tu, devicto mortis aculeo,
aperuisti credentibus regna caelorum.
Tu ad dexteram Dei sedes,
in gloria Patris.

Iudex crederis esse venturus.

Te ergo quaesumus, tuis famulis subveni,
quos pretioso sanguine redemisti.
Aeterna fac
cum sanctis tuis in gloria numerari.

Salvum fac populum tuum, Domine,
et benedic hereditati tuae.
Et rege eos,
et extolle illos usque in aeternum.

Per singulos dies benedicimus te;
et laudamus nomen tuum in saeculum,
et in saeculum saeculi.

Dignare, Domine, die isto
sine peccato nos custodire.
Miserere nostri, Domine,
miserere nostri.

Fiat misericordia tua, Domine, super nos,
quem ad modum speravimus in te.
In te, Domine, speravi:
non confundar in aeternum.

Mes de Julio dedicado a la Virgen del Carmen - Día 19°

DÍA XIX

Por la señal de la Santa Cruz. Señal de la Cruz.

Oración inicial 

Madre mía amantísima  del Carmen, aquí vengo a vuestra presencia con el más profundo respeto y veneración a ofreceros el ejercicio de este día, que consagro a vos por haberme admitido, a mí, el más miserable de los hombres, entre vuestros hijos predilectos los Carmelitas, para favorecerme con vuestra especial protección y amor. Yo os doy miles de gracias por ello, Madre mía, y os suplico que iluminéis mi entendimiento e inflaméis los efectos de mi corazón, para hacer con verdadero fruto este ejercicio, a fin de que merezca ser recibido por vos como un obsequio de vuestro hijo. Amén.

¿Cómo se ha de entender las palabras de la virgen: "el que muera con el santo escapulario no se condenará"? 

I

He aquí una promesa admirable que, por la trascendencia que entraña y la sencillez encantadora con que se anuncia, ha sido de diferentes maneras interpretada por los autores para explicarla a los fieles. Rechazada por los enemigos del catolicismo como injuriosa a la mediación de Jesucristo, y sujeta al examen particular de los creyentes para darle interpretación, ha parecido algunos demasiado atrevido exponerla con la desnudez con que se presenta, por creer que fomentar la libertad de la flaqueza humana, mientras otros no le conceden más importancia que la que tienen la mayor parte de los objetos de piedad y devoción qué bendice la iglesia para uso de los fieles. Por eso, algunos que no pudieron desconocer el valor de ese incomparable promesa, para concordar opiniones añadieron el "píe" que no salió de los labios de la virgen, pareciendoles dura esa palabra de María, no atendiendo al poder y misericordia de aquella señora que quiere consolar con esa promesa a los que se consagran a su servicio como hijos de predilección. 
¿Como hemos de entender esta promesa?, ¿Qué valor y sentido hemos de dar a las palabras de la virgen? 
     El mismo que ellas tienen. ¿Por qué hemos de interpretar lo que está más claro que la luz del día? ¿Quién será tan osado qué quiera poner obstáculos y señalar límites a la madre de Dios, cuando quiere ostentar su misericordia en favor de sus hijos? ¿No ha dicho el venerable La Colombiére, que "está cariñosa madre no ha puesto límites a la esperanza de sus hijos, que la promesa que ella les ha hecho no incluye ninguna condición, y que se ha obligado a darles todos los medios y la salvación que se puede tener en esta vida, y que si perseveran en su servicio, perseveraran también en la gracia"? ¿No ha dicho el gran Bossuet, que " se debe creer fácilmente todo aquello que es ventajoso a la virgen santísima, cuando no es contrario a la fe"? ¿Y qué posición hay aquí con el dogma? Ninguna. Es de fe que el que muere en pecado mortal se condena, porque está privado de la divina gracia y echó enemigo de Dios; pero esto no sucederá al que muera revestido con el escapulario del Carmen, pues como ha dicho un sabio autor , "no se ha visto un escapulario en el infierno", Porque aquella reina del cielo cuyo poder no tiene límites, sabrá hallar algún medio de salvación para que no falte su promesa; porque de lo contrario, sería obrar muy neciamente prometer una cosa sin prever las dificultades capitales que surgen de ella, y esto no se consigue en la madre de Dios. Clara y netamente ha dicho: " el que muera con el escapulario, no se condenará" y así debemos entenderlo; pues una promesa tan formal de la madre de Dios, que se ha visto después confirmada con tantos milagros que son el sello con que manifiesta aprobar Dios las obras de su misericordia, no puede ser hija de la indiscreción o ignorancia, porque esto no cabe en la Reina de los Ángeles, y cuando ella ha dado su palabra, sabrá cumplirla aunque al pobre parecer humano se le presenten montes de dificultades. ¡Dichoso el corazón que adornado con el santo Escapularlo abriga tan dulce esperanza!

II

Abre tus labios y entona himnos the loor y gracias a la madre del Carmelo, porque grande es como la inmensidad de los mares su misericordia y amor, según se manifiesta en el privilegio y gracia singular que nos ha hecho. "Si este hombre no viniera de Dios, decía El ciego de nacimiento, no podría obrar tal milagro;" y nosotros podemos decir: si está promesa tan admirable y consoladora nos viniera de Dios, ni la virgen la hubiera promulgado, me hubiera producido efecto; pero, para animar tu fe y para consuelo de tu corazón, ha querido comprobar la virgen su palabra con una infinidad de milagros que al mismo tiempo que sacaste de tu pecho toda duda, despertarse en en tu corazón la gratitud por un favor que no tiene igual y qué tan graciosamente te ha hecho María.
     No sea, pues, la bondad de tu madre motivo para endurecer tu corazón con La indiferencia o el vicio, porque nadie sabe lo que pensara mañana, y el que es ingrato a los beneficios de Dios, es abandonado del señor a su réprobo sentido; sino que como escogido de Dios y señalado por la virgen Para ocupar un lugar en la gloria, debes formar tu corazón, haciendo que resplandezca en las virtudes que han de hacer tu corona en el cielo. Saluda, pues, con verdadero afecto aquella patria, cuya posesión te garantiza María por medio de su santo escapulario, y bendice la mano de tu madre, que te escoge de entre la multitud para adornar te con el vestido nupcial qué te franqueara las puertas del cielo, por qué " el que muere con el santo escapulario no se condenará" 

Oración final

Gloriosísima Virgen, Reina de los Ángeles, Madre de Dios y de los Carmelitas, María Santísima, yo el más indigno de vuestros hijos acudo a vuestras plantas con el afecto que me inspira vuestro amante corazón y la confianza que me da en santo escapulario, prenda vuestra riquísima y señal de mi salvación, para presentaros las suplicas y afectos que mi corazón ha formado en este día en obsequio vuestro para más amaros y mejor serviros. Vos como Madre de Dios y dispensadora de todas las gracias del cielo, todo lo podéis, y como Madre amante y especial de los que visten vuestro santo escapulario, no os negareis a recibir mis pobres suplicas y alcanzarme el  remedio de mis necesidades, la gracia de que mi alma os ame y sirva cada día mas durante mi vida y después merezca ser ayudado de vos en la hora de mi muerte. 

Pídase  ahora con toda confianza la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen

EJEMPLO

La promesa que la Virgen del Carmen a hecho, que no se condenará el que muriera con el santo escapulario no debe ser motivo para qué algunos se entregue al vicio del pecado, confiando que el escapulario le salvará. Refiere el P. La Colombiére qué un hombre había intentado varias veces ahogarse en las aguas del mar, pero que siempre veía inútiles sus esfuerzos, y no sabiendo a qué atribuir este acontecimiento tan prodigioso, advirtió que llevaba en el cuello el escapulario y se persuadió de qué era él el obstáculo qué se oponía a su funesto intento. El desdichado arranco entonces el escapulario de su pecho, que era el que guardaba su cuerpo y su alma, y arrojándolo fuera se hundió en las aguas por la cuarta o quinta vez, y las mismas olas que hasta entonces le habían levantado a pesar suyo, le sepultaron y lograron en un momento.
     El murió con su pecado y murió pecando,pero no pudo morir sino después de haberse despojado del vestido de salud, del santo escapulario, con el cual, añade el piadoso y sabio jesuita, nadie puede expirar sin tener la ventaja de evitar el fuego eterno: " in quo quis moriens æternum non patietur incendium. 

Obsequio. Procurar vivir siempre como buen Carmelita, para que se cumpla en nosotros La promesa de María. 

Sentencia. Acordamos, Oh María, de la palabra que habéis dado a vuestro siervo, la cual es toda mi esperanza. (Salmo CXVIII)

Oremus.
Deus, qui Beatissimae semper virginis, et genitricis tuae Mariae singulari titulo Carmeli ordinem decorasti: concede propitius, ut cujus hodie commemorationem solemni celebramus officio, ejus muniti presidiis ad gaudia sempiterna pervenire mereamur. Qui vivis, et regnas in secula seculorum.  Amen.

Domingo XVII° Per Annum - Ciclo A: Evangelio y Reflexión Dominical

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo 
según san Mateo     13, 44-52

    Jesús dijo a la multitud:
    «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
    El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.
    El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
    Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
    «¿Comprendieron todo esto?»
    «Sí», le respondieron.
    Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo».


Queridos hermanos: 

Jesús nos dice que el Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo. Está comparación tan hermosa nos hace pensar en la riqueza que posee quien se deja encontrar por Dios. 

¡Un tesoro! ¿Quién no quiere tener un tesoro? Pues bien, dice San Gregorio que "el tesoro escondido en el campo significa el deseo del cielo", y todos tenemos este deseo en el corazón porque todos deseamos ser felices. Encontrar el tesoro escondido, entonces, es encontrar la alegría, la vida, la verdad, el camino, el amor, la luz, todo...

San Agustín dice que este tesoro escondido también puede significar "los dos Testamentos que hay en la Iglesia, de los cuales, cuando alguno llega a entender alguna parte, comprende que aún hay en ellos ocultas grandes cosas, y se marcha y vende cuanto tiene y los compra, es decir, compra con el desprecio de las cosas temporales la tranquilidad y se hace rico con el conocimiento de Dios". Es que para adquirir este tesoro, es menester renunciar a ciertas cosas, vender lo que poseemos y comprar el campo donde se halla el tesoro. Pero esta renuncia es una renuncia gozosa, una renuncia llena de esperanza, una renuncia, en fin, que sólo tiene sentido si se va a adquirir algo de mucho más valor. Venderlo todo, para encontrar el Todo, y hallar en Él la verdadera y única paz. 

Este tesoro está más cerca de nosotros de lo que nosotros mismos pensamos. Más aún, ese tesoro, aunque a veces lo descuidamos, está dentro de nosotros. Dice Jesús: "El Reino de Dios está dentro de ustedes" (Lc. 17, 21).

Pidamos a la Virgen Santísima, Aquella que encontró el tesoro escondido y lo custodiaba en su corazón, que nos alcance de su Hijo Jesús la gracia de encontrar ese tesoro que nos hará ricos, con la única riqueza que vale para la Vida Eterna: Dios Amor. Y así, auxiliados por la divina gracia, nos atrevamos a transitar ese estrecho pero gozoso camino que señala San Juan de la Cruz: 

"Para venir a gustarlo todo,
no quieras tener gusto en nada.
Para venir a saberlo todo,
no quieras saber algo en nada.
Para venir a poseerlo todo,
no quieras poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo,
No quieras ser algo en nada".  

Amén.

Oración de la Mañana (Domingo en Período de Pandemia)



En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. (Podemos hacer la Señal de la Cruz, mojando nuestra frente con Agua Bendita)

Este Domingo, día semanal de la Pascua, este Domingo que siempre es el Día de la Resurrección. 

Le decimos a Jesús: 
"En este Domingo, bendícenos, Señor"

- Señor Jesús, Sol que naces de lo Alto y Primicia de la humanidad resucitada, haz que siguiéndote a Ti, no caminemos nunca en sombra de muerte, sino que tengamos siempre la Luz de la Vida. 

- Señor Jesús, al consagrar nuestra Oración Matutina en memoria de tu Santa Resurrección, te pedimos que la esperanza de participar de tu gloria, ilumine todo nuestro día.

Dios todopoderoso, de quien dimana la bondad y hermosura de todo lo creado, haz que comencemos en este día con ánimo siempre alegre y que realicemos nuestras obras movidos por el amor a Ti y a los hermanos. 
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 


Al Cristo Crucificado, le pedimos que nos salve, que nos ayude a salir de esta pandemia, le pedimos a ese Cristo, que conoce el dolor, pero también en su resurrección, conoce la victoria. 

Señor Jesús, Santo Cristo, Esperanza que nunca nos defrauda, ten piedad de nosotros y líbranos de todo mal. Te suplicamos que doblegues el flagelo de este virus, que se difunde entre nosotros, que cures a los enfermos, preserves a los sanos, sostengas a los que trabajaban por la salud de todos. Muéstranos tu rostro de misericordia, sálvanos por tu gran amor. Te lo pedimos por la intercesión de María, Tu Madre y madre nuestra, que con su amor fiel nos acompaña. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. 

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 


Virgen Madre nos encomendamos a Ti, que brillas en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza, Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Amén. 

26 de Julio: Memoria Litúrgica de los santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María



Cada 26 de julio se celebra en la Iglesia Católica la fiesta de los padres de la Santísima Virgen María y abuelos de Jesús, San Joaquín y Santa Ana.

Ambos santos, llamados patronos de los abuelos, fueron personas de profunda fe y confianza en Dios; y los encargados de educar en el camino de la fe a su hija María, alimentando en ella el amor hacia el Creador y preparándola para su misión.

Benedicto XVI, un día como hoy en 2009, resaltó -a través de las figuras de San Joaquín y Santa Ana-, la importancia del rol educativo de los abuelos, que en la familia “son depositarios y con frecuencia testimonio de los valores fundamentales de la vida”.

Prefacio Propio de Santiago "El Mayor", Apóstol (25 de Julio, Fiesta)

PREFACIO

V. El Señor esté con vosotros. 
R. Y con tu espíritu. 

V. Levantemos el corazón. 
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. 

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. 
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso, Pastor eterno.

Porque Santiago, testigo predilecto,
anunció el Reino que viene 
por la Muerte y Resurrección de tu Hijo,
y, el primero entre los apóstoles, bebió el Cáliz del Señor.

Con su guía y patrocinio
se conserva la fe en España y en los pueblos hermanos
y se dilata por toda la tierra,
mientras tu Apóstol alienta a los que peregrinan
para que lleguen finalmente a Ti, por Cristo, Señor nuestro.

Por eso, Señor,
con todos los ángeles
te alabamos ahora y por siempre,
diciendo con humilde fe:

Prefacio Propio de Santa María Magdalena (22 de Julio - Fiesta)

Prefacio
APÓSTOL DE LOS APÓSTOLES

V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y necesario
es nuestro deber y salvación,
glorificarte, Padre omnipotente,
porque tu misericordia no es menor que tu poder
por medio de Cristo Señor nuestro.

El se apareció en el huerto a María Magdalena,
porque ella lo amó mientras vivía,
lo vio morir en la cruz
lo buscó yacente en el sepulcro
y fue la primera en adorarlo cuando resucitó de entre los muertos;
así fue honrada con el oficio del apostolado entre los apóstoles
para que ellos anunciaran la buena noticia de la vida nueva
hasta los confines del mundo.

Por eso nosotros, con los ángeles y todos los santos
te alabamos llenos de gozo, cantando:

Sábado de Julio: La Virgen María y la Preciosísima Sangre de Cristo



Entre los atributos divinos se encuentra la omnisciencia, es decir, conocer todas las cosas creadas, pasadas, presentes y futuras, siendo que para Dios no hay sino cosas presentes a su vista que es eterna. A su visión eterna de las cosas pertenece el ver siempre la Sangre Preciosísima de Jesucristo siendo derramada por la reparación de la gloria de Dios y la salvación de muchos.

A esta visión eterna de la Sangre redentora, ciertamente pertenece también María Santísima como cooperadora en el ofrecimiento de la misma, al igual que en el misterio de la Encarnación del Verbo, Ella es parte integral del mismo por un único y mismo decreto eterno, como enseña Pío IX en su bula Ineffabilis Deus. Es decir, Dios, desde la eternidad, ve y conoce a su Madre como vinculada a su misma Sangre por el lazo más estrecho que se puede pensar que es la maternidad divina. De su sangre purísima, el Verbo de Dios tomará su propia Carne y Sangre.

Este misterio que Dios conoce y quiere desde la eternidad se irá revelando a María en el transcurso de su vida y Ella, siempre dócil al Espíritu Santo, lo meditará y contemplará de modo a responder con total libertad a lo que Dios ha dispuesto.

Hay un cierto matrimonio espiritual entre el Hijo de Dios y la naturaleza humana y, como enseña Santo Tomás, por su aceptación y consentimiento libre, sobrenatural y meritorio, María realiza esta unión en nombre de la toda la naturaleza humana (III, q.30, a.1).

Sí, María quiere ofrecer la Sangre divina por todos los hombres, pero, lamentablemente, sabe muy bien que son pocas las almas que aceptan este ofrecimiento generosísimo. ¿Cuál no será su dolor por cada gota de esta Sangre que cae en tierra sin ser aprovechada? Muchas de estas gotas divinas han caído desaprovechadas a lo largo de la historia y ¿cuánto más en nuestros tiempos de apostasía silenciosa (y no tan silenciosa a veces)? pues la secta modernista ha hecho todo lo que ha podido para cambiar el significado tradicional de la Preciosísima Sangre.

Y si repasamos nuestra propia vida, ¿no será que tal vez encontremos momentos donde también hemos renunciado a esta Sangre viviendo como no debíamos? En este mes de julio, dedicado a la adoración de la Sangre divina, precio de nuestra salvación, abramos nuestras almas para que María derrame sobre nosotros esta Sangre que limpia todos los pecados y hace germinar las vírgenes: “lavábis me et super nívem dealbábor. Me lavarás y quedaré más blanco que la nieve”.

Mes de Julio dedicado a la Virgen del Carmen - Día 18°

DÍA XVIII 

Por la señal de la santa cruz. Señal de la Cruz. 

Oración inicial 

Madre mía amantísima  del Carmen, aquí vengo a vuestra presencia con el más profundo respeto y veneración a ofreceros el ejercicio de este día, que consagro a vos por haberme admitido, a mí, el más miserable de los hombres, entre vuestros hijos predilectos los Carmelitas, para favorecerme con vuestra especial protección y amor. Yo os doy miles de gracias por ello, Madre mía, y os suplico que iluminéis mi entendimiento e inflaméis los efectos de mi corazón, para hacer con verdadero fruto este ejercicio, a fin de que merezca ser recibido por vos como un obsequio de vuestro hijo. Amén

El santo escapulario es señal de salud eterna a la hora de la muerte

I

Al explicar la Virgen santísima a San Simon stock las gracias y privilegios que llevaba su santo escapulario Para aquellos que lo vistiesen con devoción, dijo que eras el de salvación en la hora de la muerte, que "no se condenará el que muriera con él."  He aquí una de las gracias más grandes y más consuelo para todo Carmelita, supuesto que la salvación es el último fin a que se dirigen todas las obras del hombre, y por el cual suspira en medio de la incertidumbre, mientras camina por el destierro. 
     ¿Y cómo es señal de salvación en Santo escapulario? María santísima ha prometido con estas palabras, que en aquellos terribles momentos cuando el alma turbada por la salida y la cuenta que le espera, y perseguida más fuertemente por el demonio, estarán en angustia y a punto de sucumbir, ella extenderá su inmaculado manto dónde acoge a todos los Carmelitas, la protegerá de una manera especial para salvarla del enemigo, para que muera en la gracia del Señor. Ella en cuyas manos están todas las gracias de Dios, concederá a sus cofrades aquellas gracias que más necesitan para su salvación, y aunque fuera necesario mudarles el corazón o hacer un milagro para que, arrepentidos, mueran en la amistad de Dios, Ella lo haría. Ha dado su palabra de honor, palabra de Reina  y de madre de Dios, que no se condenará el que muriendo con el santo escapulario, y ¿Quién puede dudar de su cumplimiento? Ella es potente, y su altísima dignidad no puede menos de cumplir lo que ha prometido. ¿Y sería posible que una madre tan cariñosa, que mil veces ha manifestado su amor predilecto por los Carmelitas, los olvidaste en la más terrible necesidad, si los viese adornados con su santa librea, cómo soldados que han militado siempre bajo su bandera? No, no es posible. Ella les concederá todas las gracias y auxilios que necesiten, y como dice el venerable jesuita la Colombiére, ella, que tiene todo poder sobre los enemigos de nuestra salvación, lista para las manos para que no puedan dañarnos. 
     Y si nuestro destino último depende de la sentencia que se falle en el juicio, ¿Quién temerá, sabiendo que la causa está en manos de su cariñosa y potente madre? ¡Ah!, Ella le dirá al juez: " sí he hallado gracia en tus ojos, dame estos que me pertenecen, qué son mis hijos predilectos, mi heredera escogida y mi corona; estos que visten me librea, mi Santo escapulario, pero ellos te ruego, y si a ellos no los salvas, bórrame a mí del libro de la vida." 
     No quiere decir esto que si alguno muriese en pecado mortal, con el santo escapulario se salvaría; pero tal cosa, dice el venerable La Colombiére, no sucederá, por qué María le alcanzará abundantes gracias para que se arrepienta antes de morir, o si se obstina en el pecado, ella hará de manera que el mismo infeliz arroje de sí el santo escapulario

II 

¡Qué consuelo será para ti, alma mía, cuando en aquella última hora vea sobre tu pecho el santo escapulario, señal visible y cierta de la protección invisible y poderosa qué María tu amorosa madre se dispensará! El infundirán tu corazón valor, esperanza y consuelo, que te haran exclamar, como aquel devoto de María que en su última hora decía" no pensaba, no creía que era tan dulce morir sintiendo la protección y ayuda de María." 
     Y cuando los pecadores espantados por la cuenta que les espera y el abismo que se abre a sus pies, tiemblan, rabian de despecho y mueren en la desesperación, los cofrades del Carmen, mostrando el escapulario a María, recibirán las caricias de su amorosa madre, los cuidados que pide aquella grave necesidad, y muriendo en la paz del Señor, recibir a María aquellas almas que le pertenecen por título de especial adopción y las presentará ante el juez supremo. No temas, pues, alma mía, que aunque estés pobre de obras y méritos para comparecer ante el juez, María, qué es tu madre, interpondrán los suyos, porque lo que es la madre es también el hijo. Y al ver aquel divino juez la divisa y señal del santo escapulario de María del Carmen, dirá: " Venid, benditos de mi Madre, a poseer el reino que ella ha preparado; gozad aquí en el cielo de mi presencia y su compañía los que en la tierra os consagrasteis a su obsequio y veneración vistiendo el santo escapulario." ¡Cuántos y cuántos, alma mía, se habrán salvado por la protección qué María les ha dispensado por vestir el santo escapulario! Qué es señal de salvación y él te colocara en el coro de bienaventurados que gozan las delicias de la patria y el amor y presencia de la más dulce, querida y amorosa madre. 

Oración final

Gloriosísima Virgen, Reina de los Ángeles, Madre de Dios y de los Carmelitas, María Santísima, yo el más indigno de vuestros hijos acudo a vuestras plantas con el afecto que me inspira vuestro amante corazón y la confianza que me da en santo escapulario, prenda vuestra riquísima y señal de mi salvación, para presentaros las suplicas y afectos que mi corazón ha formado en este día en obsequio vuestro para más amaros y mejor serviros. Vos como Madre de Dios y dispensadora de todas las gracias del cielo, todo lo podéis, y como Madre amante y especial de los que visten vuestro santo escapulario, no os negareis a recibir mis pobres suplicas y alcanzarme el  remedio de mis necesidades, la gracia de que mi alma os ame y sirva cada día mas durante mi vida y después merezca ser ayudado de vos en la hora de mi muerte. 

Pídase  ahora con toda confianza la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen

EJEMPLO

Véase cómo nos describe El poder del escapulario para salvar las almas, un sacerdote que fue testigo del hecho siguiente: 
     Yo recibí un billete en estos términos, dice el sacerdote: " un anciano que vive en la calle... Está apunto de morir; más de veintidós años hace que no practicado ningún ejercicio de religión; se le exhorta a que se arrepienta, pero permanece sordo con una dolorosa obstinación a todos los consejos. Pruebe usted hacer un último y supremo esfuerzo; hágale una visita cuanto antes; no sé extrañé si le rechaza de su presencia, porque sus sentimientos no tiene nada en favor de los sacerdotes."
     Yo me lleno de estupor al leer estas líneas; comprendía el instante que para convertir un tal hombre la necesario un gran milagro. El recuerdo de La magnífica promesa que la Santísima Virgen ha hecho de salvar de las llamas eternas aquellos que murieron revestidos del escapulario del Carmen, me ocurrió al instante y fue en verdad un rayo de luz. Tomé, pues, a toda prisa un escapulario y una pequeña botella de agua bendita, y salí con el fín de vestir a aquél desgraciado el hábito de la virgen. 
     Cuando se me introdujo en su cámara, di una mirada alrededor por ver si descubría algún objeto religioso. Pero ¡Ay!, No vi otra cosa que algunos periódicos impíos puestos sobre una mesa al lado del enfermo. Este era el pacto satánico que le daba aquella alma que frisaba en los umbrales de la eternidad. Al principio hablé al enfermo de cosas indiferentes, después hice girar la conversación sobre la necesidad de cumplir los deberes religiosos en el estado en que se encontraba; pero era imposible despertar el menor sentimiento de religión en aquel corazón más duro que el bronce. "Al menos, le dije, usted no permitirá ciertamente que haya hecho una visita inútil; sólo le pido una cosa y es que consienta usted En qué bendiga el escapulario. Cuanto a eso del escapulario, conciento en ello," me respondió. Hizo la ceremonia de la bendición en debida forma y me pareció que aquél enfermo tomaba algún interés, porque luego manifestó una satisfacción visible en su semblante. María comenzaba seguramente en aquel corazón endurecido la obra de La conversión. En efecto, pocos días después por orden suya desaparecieron los malos periódicos de su cámara; recibió con piedad y edificación los últimos sacramentos, y su alma voló a la eterna beatitud. 
     El escapulario de la Virgen del Carmen había arrancado a Satanás un alma que creía tener cautiva para siempre. 

Obsequio. Pedir todos los días a la Virgen del Carmen la gracia de su ayuda en la hora de la muerte.

Sentencia. Si al acercarme al juicio defiende mi causa la madre de misericordia, ¿Quién me negara un juicio favorable?  (Ricardo de San Víctor)

Oremus. 
Deus, qui Beatissimae semper virginis, et genitricis tuae Mariae singulari titulo Carmeli ordinem decorasti: concede propitius, ut cujus hodie commemorationem solemni celebramus officio, ejus muniti presidiis ad gaudia sempiterna pervenire mereamur. Qui vivis, et regnas in secula seculorum. Amen.

Santiago Apóstol y la Virgen María



La tradición de la Virgen del Pilar, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles predicaban el Evangelio. Se dice que Santiago el Mayor había desembarcado en la Península por el puerto de Cartagena, lugar donde fundó la primera diócesis española, predicando desde entonces por diversos territorios del país. Los documentos dicen textualmente que Santiago, "llegó con sus nuevos discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún descanso". 
 
En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave María, Gratia Plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, antes de que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.
 
La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como "una antigua y piadosa creencia". En 1438 se escribió un "Libro de Milagros" atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al fomento de la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el Católico dijo: "creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado a la Santa y Purísima Virgen y Madre de Dios, Santa María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros".
 
El Papa Clemente XII señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen del Pilar, pero ya desde siglos antes, en todas las iglesias de España y entre los pueblos sujetos al rey católico, se celebraba la dicha de haber tenido a la Madre de Dios en su región cuando todavía vivía en carne mortal. 
 
Tres rasgos peculiares que caracterizan a Ntra. Sra. del Pilar y la distinguen de otras advocaciones marianas. El primero es que se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal. La segunda la constituye la Columna o Pilar que la misma Señora trajo para que sobre él se construyera la primera capilla que, de hecho, sería el primer templo mariano de toda la Cristiandad. Y la tercera es la vinculación de la tradición pilarista con la tradición jacobea (Santiago de Compostela); por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago, han constituido los ejes fundamentales en torno a los cuales ha girado durante siglos la espiritualidad de España.
 
La Basílica del Pilar, en Zaragoza, constituye en la actualidad uno de los santuarios marianos más importantes del mundo y recibe contínuas peregrinaciones. Ante la Virgen han orado gentes de todas las razas, desde las más humildes, hasta los reyes y gobernantes más poderosos, e incluso pontífices. El grandioso templo neoclásico se levanta sobre el lugar de la aparición, conservándose la Columna de piedra que la Virgen dejó como testimonio, un Pilar que simboliza la idea de solidez del edificio-iglesia, el conducto que une el Cielo y la Tierra, a María como puerta de la salvación.
 
El día 12 de octubre de 1492 fue precisamente cuando las tres carabelas de Cristóbal Colón avistaban las desconocidas tierras de América, lo que ha motivado que la Virgen del Pilar haya sido proclamada como patrona de la Hispanidad, constituyendo el mejor símbolo de unión entre los pueblos del viejo y nuevo continente. Su fiesta se celebra con gran fasto en todas las naciones de habla hispana y especialmente en la ciudad de Zaragoza, donde miles de personas venidas de todo el mundo realizan una multitudinaria ofrenda floral a la Virgen.


Santiago Apóstol preparó el camino para la Virgen María en España y también preparó su llegada al "Nuevo Mundo". El es el Apóstol de la Virgen María, también es conocido como el Apóstol de la Paz.
 
En 1519, Cortes llegó a Veracruz, y en Lantigua construyó la primera Iglesia dedicada a Santiago Apóstol en el continente Americano. También en 1521, cuando México fue conquistada, Cortes construyó una Iglesia en las ruinas de los Aztecas que al igual fue dedicada a Santiago Apóstol. A esta Iglesia era que Juan Diego se dirigía el 9 de diciembre de 1531, para recibir clases de catecismo y oír la Santa Misa, ya que era la fiesta de la Inmaculada Concepción.
 
Santiago Apóstol ha preparado el camino para que el mundo reconozca a la Virgen Santísima como "Pilar" de nuestra Iglesia.

25 de Julio: Fiesta de Santiago, apóstol



El 25 de julio la Iglesia celebra la fiesta de Santiago el Mayor, uno de los doce apóstoles elegidos por el Señor y que se le representa vestido de peregrino o como un soldado montado en un caballo blanco en actitud de lucha.

San Crisóstomo dirá que él fue el apóstol más atrevido y valiente.

El “hijo del trueno” como le puso Jesús a él y a su hermano San Juan el Evangelista, es patrono de España y de su caballería, así como de los curtidores, veterinarios, equitadores y de varias ciudades en el mundo. Otras ciudades incluso llevan su nombre en países como Chile, República Dominicana, Cuba entre otros.

El nombre Santiago, proviene de dos palabras Sant Iacob. Porque su nombre en hebreo era Jacob. Los españoles en sus batallas gritaban: "Sant Iacob, ayúdenos". Y de tanto repetir estas dos palabras, las unieron formando una sola: Santiago.
 
Fue uno de los 12 apóstoles del Señor.
 
Era hermano de San Juan evangelista. Se le llamaba el Mayor, para distinguirlo del otro apóstol, Santiago el Menor, que era más joven que él. Con sus padres Zebedeo y Salomé vivía en la ciudad de Betsaida, junto al Mar de Galilea, donde tenían una pequeña empresa de pesca. Tenían obreros a su servicio, y su situación económica era bastante buena pues podían ausentarse del trabajo por varias semanas, como lo hizo su hermano Juan cuando se fue a estarse una temporada en el Jordán escuchando a Juan Bautista.
 
Santiago formó parte del grupo de los tres preferidos de Jesús, junto con su hermano Juan y con Simón Pedro. Después de presenciar la pesca milagrosa, al oír que Jesús les decía: "Desde ahora seréis pescadores de hombres", dejó sus redes y a su padre y a su empresa pesquera y se fue con Jesucristo a colaborarle en su apostolado. Presenció todos los grandes milagros de Cristo, y con Pedro y Juan fueron los únicos que estuvieron presentes en la Transfiguración del Señor y en su Oración en el Huerto de Getsemaní. ¿Por qué lo prefería tanto Jesús? Quizás porque (como dice San Juan Crisóstomo) era el más atrevido y valiente para declararse amigo y seguidor del Redentor, o porque iba a ser el primero que derramaría su sangre por proclamar su fe en Jesucristo. Que Jesús nos tenga también a nosotros en el grupo de sus preferidos.
 
Cuenta el santo Evangelio que una vez al pasar por un pueblo de Samaria, la gente no quiso proporcionarles ningún alimento y que Santiago y Juan le pidieron a Jesús que hiciera llover fuego del cielo y quemara a esos maleducados. Cristo tuvo que regañarlos por ese espíritu vengativo, y les recordó que El no había venido a hacer daño a nadie sino a salvar al mayor número posible de personas. Santiago no era santo cuando se hizo discípulo del Señor. La santidad le irá llegando poquito a poco.
 
Otro día Santiago y Juan comisionaron a Salomé, su madre, para que fuera a pedirle a Jesús que en el día de su gloria los colocara a ellos dos en los primeros puestos: uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús les dijo: "¿Serán capaces de beber el cáliz de amargura que yo voy a beber?" Ellos le dijeron: "Sí somos capaces". Cristo añadió: "El cáliz de amargura sí lo beberán, pero el ocupar los primeros puestos no me corresponde a Mí el concederlo, sino que esos puestos son para aquellos para quienes los tiene reservado mi Padre Celestial". Los otros apóstoles se disgustaron por esta petición tan vanidosa de los dos hijos de Zebedeo, pero Jesús les dijo a todos: "El que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos, a imitación del Hijo del hombre que no ha venido a ser servido sino a servir". Seguramente que con esta lección de Jesús, habrá aprendido Santiago a ser más humilde.
 
Después de la Ascención de Jesús, Santiago el Mayor se distinguió como una de las principales figuras entre el grupo de los Apóstoles. Por eso cuando el rey Herodes Agripa se propuso acabar con los seguidores de Cristo, lo primero que hizo fue mandar cortarle la cabeza a Santiago, y encarcelar a Pedro. Así el hijo de Zebedeo tuvo el honor de ser el primero de los apóstoles que derramó su sangre por proclamar la religión de Jesús Resucitado.
 
Antiguas tradiciones (del siglo VI) dicen que Santiago alcanzó a ir hasta España a evangelizar. Y desde el siglo IX se cree que su cuerpo se encuentra en la catedral de Compostela (norte de España) y a ese santuario han ido miles y miles de peregrinos por siglos y siglos y han conseguido maravillosos favores del cielo. El historiador Pérez de Urbel dice que lo que hay en Santiago de Compostela son unas reliquias, o sea restos del Apóstol, que fueron llevados allí desde Palestina.
 
Es Patrono de España y de su caballería. Los españoles lo han invocado en momentos de grandes peligros y han sentido su poderosa protección. También nosotros si pedimos su intercesión conseguiremos sus favores.

El 9 de noviembre de 1982, cuando San Juan Pablo II visitaba esta Catedral española, hizo un llamado a Europa a reavivar “aquellos valores auténticos”, porque los otros continentes “te miran y esperan también de ti la misma respuesta que Santiago dio a Cristo: ‘lo puedo’”.

“Yo, Sucesor de Pedro en la Sede de Roma, una Sede que Cristo quiso colocar en Europa y que ama por su esfuerzo en la difusión del cristianismo en todo el mundo. Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces”, expresó el santo polaco.

El apóstol Santiago es conocido también por haber preparado el camino para que la Virgen María sea reconocida como "Pilar" de la Iglesia.

El Papa Francisco, en febrero de 2014, al reflexionar sobre los conflictos armados, señaló que Santiago nos da un consejo sencillo: “Acérquense a Dios y Él se acercará a ustedes”.