> SoydelaVirgen : 07/08/20

--------------------------------------------- San Martin de Tours y La Virgen de los Buenos Aires / La Inmaculada Concepción y San Ponciano | Patronos de la Ciudad de Buenos Aires / Patronos de la Ciudad de La Plata -----------------------

Miércoles: Novena Perpetua de la Medalla Milagrosa



Esta Novena Perpetua de la Virgen de la Medalla Milagrosa
se reza todos los miércoles sin interrupción.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 

Se puede iniciar con el canto: "Llevemos cristianos" 
(melodía del Ave de Lourdes) 

Llevemos cristianos la Santa Medalla,
que cura los cuerpos y salva las almas. 

Ave, ave, ave María. 

Del Cielo la Virgen nos da esta Medalla,
a quien Milagrosa los pueblos aclaman. 

Oración de san Bernardo 

Acordáos ¡oh, piadosísima Virgen María! que jamás 
se ha oído decir que ninguno de cuantos han acudido 
a vuestra protección, e implorado vuestra asistencia haya sido
abandonado de Vos. Animado por esta confianza, a Vos, también acudo, ¡oh, Virgen, Madre las Vírgenes! y aunque 
gimiendo bajo el peso de mis pecados, atrévome a aparecer 
ante vuestra presencia soberana. No despreciéis mis súplicas, ¡oh, Madre del Verbo!, antes bien dignaos atenderlas y favorablemente escucharlas. Así sea. 

Acto de fe en la Inmaculada Concepción 
de María Santísima 

¡Santísima Virgen! yo creo y confieso vuestra santa 
e Inmaculada Concepción pura y sin mancha. ¡Oh, Purísima Virgen! por vuestra pureza virginal, vuestra Inmaculada Concepción y vuestra gloriosa prerrogativa de Madre de Dios, alcanzadme de vuestro amado Hijo: la humildad, la caridad, una gran pureza de corazón, de cuerpo y espíritu, la santa perseverancia en el bien, el don de oración, una vida buena y una muerta santa. Así sea. 

Consagración a la Santísima Virgen 

Postrado Ante vuestro acatamiento, ¡Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludaros en el augusto misterio de vuestra Concepción sin mancha, os elijo, desde ahora y para siempre, por mi Madre, abogada, reina y señora de todas mis acciones, y protectora ante la majestad de Dios. Yo os prometo, Virgen purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto, ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también, promover en los que me rodean, vuestro amor. Recibidme, Madre tierna, desde este momento, y sed para mi el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén. 

¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA!
¡ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS! 
(3 veces)


Himno a la Milagrosa 

Míranos, ¡oh, Milagrosa!
Míranos, Madre de amor.
Míranos, que tu mirada
nos dará la salvación.

Son tus ojos los luceros
que en la noche del dolor,
dan aliento y esperanza
al humano corazón.

De tus manos extendidas
brotan rayos de fulgor:
son las gracias escogidas
que a tus hijos da el Señor.

¡Milagrosa! la plegaria
que a ti sube en un cantar,
a nos, vuelva transformada
en celeste bendición.

Te coronan las estrellas
con un nimbo de esplendor:
eres Reina de belleza,
de bondad y de perdón.

Promesas de la Virgen del Carmen



A los que viven y mueren llevando el Santo Escapulario. 

El Santo Escapulario es el gran don que María, omnipotente ante su Hijo Dios, toda corazón para con sus hijos, los hombres tesorera de todas las gracias, nos trajo del cielo, haciéndonos en él las más preciosas promesas que pudiéramos desear. Muy bien ha sido llamado el SACRAMENTO DE MARÍA.

"La creencia general del mundo católico, dice el sabio jesuita P. Clarke, la promulgación de la Iglesia doncente, la aceptación de la iglesia discente, o sea, los fieles, nada falta de lo que puede probar el origen sobrenatural del Escapulario".

"Su misma nobleza de origen, decía el Papa León XIII, su venerada antigüedad, su extraordinaria propagación, así como los saludables efectos de piedad por él obtenidos, y los insignes milagros obrados por su virtud, lo recomiendan con el mayor encarecimiento". A él ha vinculado la Virgen dos maravillosas promesas:

Primera promesa

Es la gran promesa, el privilegio de preservación o exención del infierno para cuantos mueren revestidos con el Escapulario Carmelitano. Orando con fervor a la Virgen S. Simón Stock, General de la Orden Carmelitana, apareció circundada de ángeles la Sma. Virgen (15 de Julio de 1251) y entregándole, como prenda de su amor maternal y de ilimitado poder, el Santo Escapulario, prometió que cuantos murieren revestidos de él no se condenarían. Las palabras de la Virgen fueron éstas: "El que muriere con el Escapulario no padecerá el fuego del infierno".

Segunda promesa

Estando orando el Papa Juan XXIII, se le apareció la Virgen, vestida del hábito carmelitano, y le prometió sacar el purgatorio del sábado después de la muerte al que muriese con el Escapulario. María dijo al Papa: "Yo Madre de misericordia, libraré del purgatorio y llevaré al cielo, el sábado después de la muerte, a cuantos hubieses vestido mi Escapulario".

Tal es el privilegio Sabatino, otorgado por la Reina del Purgatorio, a favor de sus cofrades carmelitas, el Papa Juan XXII y promulgado por éste en la Bula Sabatina (3 de Marzo de 1322) aprobada después por más de veinte Sumos Pontífices.

Por él, el Sábado siguiente a la muerte de los cofrades carmelitas, o como lo interpreta la iglesia, cuanto antes, pero especialmente el sábado, según declaración del Paulo V, la Virgen del Carmen, con cariño maternal, los libra de la cárcel expiatoria y los introduce en el Paraíso. El Papa Paulo V expidió el 20 de enero de 1613 el Sgte. Decreto:

"Permítase a los Padre Carmelitas predicar que el pueblo cristiano puede piadosamente creer que la Bienaventurada Virgen María con sus intercesiones continuas, piadosas sufragios y méritos y especial protección, ayudara después de la muerte, principalmente el sábado, día a ella dedicado, a las almas de sus cofrades que llevaren el habito carmelitano".

Condiciones para ganar estos privilegios

Para merecer la primera Promesa de la perseverancia final, se requiere haber recibido el Escapulario de manos de sacerdote, llevarlo siempre puesto, especialmente en la hora de la muerte, e inscribir el nombre en el libro de la cofradía.

Para ganar la segunda Promesa, el privilegio Sabatino, sobre los tres requisitos anteriores, se exige guardar castidad, según el propio estado, rezar siete padrenuestros, 7 avemarías y 7 glorias.

Guardar abstinencia (si pueden hacerlo) los miércoles y los sábados; esta obligación puede un confesor conmutar por otros rezos.

Mes de Julio dedicado a la Virgen del Carmen - Día 2°

DÍA II 

Por la señal de la Santa cruz.

Oración preparatoria diaria.

Madre mía amantísima  del Carmen, aquí vengo a vuestra presencia con el más profundo respeto y veneración a ofreceros el ejercicio de este día, que consagro a vos por haberme admitido, a mí, el más miserable de los hombres, entre vuestros hijos predilectos los Carmelitas, para favorecerme con vuestra especial protección y amor. Yo os doy miles de gracias por ello, Madre mía, y os suplico que iluminéis mi entendimiento e inflaméis los efectos de mi corazón, para hacer con verdadero fruto este ejercicio, a fin de que merezca ser recibido por vos como un obsequio de vuestro hijo. Amén

La tradición, los Santos Padres y la Iglesia respecto de la nubecilla

      La nubecilla que el profeta Elías vio desde el Carmelo levantarse de las amargas aguas del mar, era figura de la Inmaculada María, Madre del Verbo Humanado, que, como aquélla, alegró toda la tierra, y por ella dió ésta frutos de gracia y santidad. Esta es la tradición constante y universal de todos los pueblos, desde la más remota antigüedad, que ha venido transmitiéndose hasta nosotros de generación en generación, y sabido es la fuerza grandísima e invencible que tiene una tradición universal, constante y de todos recibida. También los Santos Padres y Doctores de la Iglesia, que son los consejeros más fidedignos de ésta y en los cuales ella se apoya en cuestiones de altísima trascendencia, porque son columnas de verdad, son del mismo parecer y afirman unánimes que se le mostró al grande de Elías la Inmaculada Madre de Dios en la figura de aquella pequeña nubecilla que vió desde el Carmelo. 

     San Metodio, mártir, obispo de Tiro, dice: "Habiendo conocido Elías la pureza de María antes que naciera, siendo arrebatado en espíritu, la imitó y se formó una corona de discipulos que siguieran la misma vida, esto es, la conoció arrebatado en espiritu cuando contempló la nubecilla. Juan, Patriarca de Jerusalén, que floreció en el siglo V y habia sido Prior del monasterio del Monte Carmelo , dice que "Dios reveló a Elías, bajo la figura de la nubecilla, que había de nacer una niña que saldria del vientre de su madre limpia de todo pecado". 

San Jerónimo, San Cirilo, San Procopio y San Ambrosio dicen que esta nube era bella figura de Maria, y la misma nube de que habla Isaias. También el P. Pedro Ojeda y el P. Fernando de Salazar, ambos de la Compañía de Jesús, sienten lo mismo, diciendo este último que "aquella pequeña nubecilla, como el vestigio de un hombre, que orando Elias en el Carmelo vió levantarse del mar, no anunciaba más la lluvia que la puridad de María"

     Y finalmente, Santo Tomás dice que esta nube significó las purisimas entrañas de Maria . Siendo, pues, una tradición universal, y estando conformes los Santos Padres en este sentir, la Iglesia, regida por el Espíritu Santo, se ha inclinado también á su favor diciendo, por medio de la Sagrada Congregación de Ritos, que "aquella nubecilla que Elias vió en aquel tiempo subir, era una figura insigne y bella de la Virgen Maria" . Asi sienten todos respecto de aquella visión del profeta Elias que fué tan consoladora para él como lo es para todos los Carmelitas.

 II

 Fue en verdad una gracia muy singular hecha al profeta Elías la revelación de la Virgen Madre de Dios bajo la figura de la nubecilla. Pero también a mí se me presenta la imagen de María, Madre de Dios y Madre mía, bajo diferentes formas; y si el profeta, al reconocer en la Virgen su pureza y santidad, propuso en su corazón imitarla, y de tal manera se encendió en su amor, que la amó hasta formar una familia innumerable como las estrellas del Cielo, para que la amase y honrase perpetuamente, ¿por qué no imito yo la pureza y santidad de esta Virgen, ya que me honro con el hermoso título de hijo suyo, y sé que ella no reconoce por tales sino a los que de veras la aman é imitan sus virtudes? ¿Por no me esmero en grabar fuertemente en mi corazón una devoción sincera y eficaz a la Virgen del Carmen, sabiendo que esta devoción conduce indefectiblemente al puerto de eterna salvación?
Si yo la honro con verdadero afecto, también Dios hará que, como al profeta Elías, se manifieste a mi espíritu esta Señora y Madre mía para indicarme las sendas que conducen a la patria de dicha y de ventura. Pero si descubriendo su imagen la miro con indiferencia y no procuro mover mi corazón con afectos, ¡ah! entonces también resistirá ella, y con profundo pesar de su corazón exclamará: "Estos hijos me honran con los labios, pero su corazón está lejos de mí." Quiero, pues, corresponder a esta tierna Madre, venerándola con toda solicitud é imitándola en sus virtudes

Oración final para todos los días

Gloriosísima Virgen, Reina de los Ángeles, Madre de Dios y de los Carmelitas, María Santísima, yo el más indigno de vuestros hijos acudo a vuestras plantas con el afecto que me inspira vuestro amante corazón y la confianza que me da en santo escapulario, prenda vuestra riquísima y señal de mi salvación, para presentaros las suplicas y afectos que mi corazón ha formado en este día en obsequio vuestro para más amaros y mejor serviros. Vos como Madre de Dios y dispensadora de todas las gracias del cielo, todo lo podéis, y como Madre amante y especial de los que visten vuestro santo escapulario, no os negareis a recibir mis pobres suplicas y alcanzarme el  remedio de mis necesidades, la gracia de que mi alma os ame y sirva cada día más durante mi vida y después merezca ser ayudado de vos en la hora de mi muerte. 

Pídase  ahora con toda confianza la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen

EJEMPLO

 Refiere nuestra gloriosa Madre Santa Teresa de Jesús, que cuando fué elegida por el Visitador Apostólico de Castilla Priora del monasterio de la Encarnación de Ávila después de haber comenzado la Reforma, la primera vez que convocó a las monjas a capítulo, mandó colocar en la silla prioral del coro una imagen de relieve de Nuestra Señora, ofreciéndola con singular humildad las llaves de la casa, dando a entender à las súbditas que la Virgen Santísima seria la Priora y la que gobernaría la casa, y no Teresa de Jesús. Cuánto agradó a la Virgen está acción, lo declara la misma Santa con estas palabras:
"La víspera de San Sebastián, el primer año que vine al Monasterio de la Encarnación a ser Priora, comenzando la Salve, vi en la silla prioral adonde está puesta nuestra Señora, bajar con gran multitud de Ángeles a la Madre de Dios y ponerse alli á mi parecer: no vi la imagen entonces, sino esta Señora que digo. Parecióme se parecia algo á la imagen que me dió la Condesa, aunque fué de presto el poderla determinar por suspenderme luego mucho. Parecianme encima de las coronas de las sillas y sobre los antepechos muchos Antgeles, aunque no con forma corporal, que era visión intelectual. Estuvo asi toda la Salve y dijome: Bien acertaste en ponerme aqui, yo estaré presente a las alabanzas que hicleren a mi Hijo y se las pre- sentaré." 
Por aquel obsequio mereció la Santa la aprobación de la Madre de Dios y su asistencia para recibir las súplicas y alabanzas de sus hijas.
 
Obsequio. Al pasar por delante de alguna Imagen de María, saludarla con una pequeña inclinación de cabeza, diciendo "Ave, María purísima, sin pecado concebida."

Sentencia. Vida eterna Honrar a María es atesorar la vida eterna.

Oremus
Deus, qui Beatissimae semper virginis, et genitricis tuae Mariae singulari título Carmeli ordinem decorasti: concede propitius, ut cujus hodie commemorationem solemni celebramus officio, ejus muniti presidiis ad gaudia sempiterna pervenire mereamur. Qui vivis, et regnas in secula seculorum. Amen.