> SoydelaVirgen : 07/07/20

--------------------------------------------- San Martin de Tours y La Virgen de los Buenos Aires / La Inmaculada Concepción y San Ponciano | Patronos de la Ciudad de Buenos Aires / Patronos de la Ciudad de La Plata -----------------------

Mes de Julio dedicado a la Virgen del Carmen - Día 1°

Día I

Por la señal de la Santa Cruz.

Oración preparatoria para todos los días

Madre mía amantísima  del Carmen, aquí vengo a vuestra presencia con el más profundo respeto y veneración a ofreceros el ejercicio de este día, que consagro a vos por haberme admitido, a mí, el más miserable de los hombres, entre vuestros hijos predilectos los Carmelitas, para favorecerme con vuestra especial protección y amor. Yo os doy miles de gracias por ello, Madre mía, y os suplico que iluminéis mi entendimiento e inflaméis los efectos de mi corazón, para hacer con verdadero fruto este ejercicio, a fin de que merezca ser recibido por vos como un obsequio de vuestro hijo. Amén.

Nubecilla  de Elías

I

Olvidado el pueblo de Israel de los beneficios que recibió de aquel Señor  le dijeron que le  libró con mano fuerte del cautiverio del faraón, prevarico contra su Dios y se hizo reo del crimen de idolatría. Los Profetas del señor habían sido todos muertos por Acab, rey de Israel, y sustituidos por los profetas falsos de Baal. Sólo había quedado  Elías, que al  ver la ingratitud de aquel pueblo y la perversidad de su rey,  se presenta ante Acab  para reconvertirle,   Diciéndole  de    parte de Dios, que no vería agua ni  rocío  sobre la  tierra hasta  que el los pidiese. Atónito el rey al oír estas amenazadoras    palabras, no supo que responder; pero volviendo luego en sí y reanimando su valor, mando buscar a Elías para quitarle la vida.  Mas Dios, que lee en el corazón del hombre, y ante quien los reyes de la tierra son como si no fueran, salvó a su profeta diciéndole: “Anda, retírate de aquí y vete hacia el Oriente y escóndete en el torrente Carith que está enfrente del Jordán. Allí beberás del arroyo, y he mandado a los cuervos que te alimenten.”  
     Tres años y medio pasaron sin caer una gota de agua sobre la tierra, hasta que, compadecido el Señor de su pueblo por las súplicas del grande Elías, como asegura San Crisóstomo, llamó a su profeta y le dijo: “Anda y muéstrate á Acab, para que yo dé lluvia sobre la tierra.” Elías obedeciendo al Señor, se presenta al rey y le dice: “Si deseas remediar los males de tu pueblo, congrégame en el Carmelo a todo Israel con los profetas de Baal. Congregados en el Carmelo el pueblo y los profetas, dijo Elías a éstos: Escoged vosotros un buey y sacrificadlo a vuestro Dios, yo tomaré otro y lo sacrificaré a mi Dios, y el que oyere por fuego, sea el verdadero Dios. Convenidos así, tomaron los profetas de Baal un buey, y haciéndole trozos lo pusieron sobre el altar y clamaban a su Dios; pero el Señor no permitió que el demonio humillara a su profeta. Llegado el tiempo en que debía  sacrificar Elías, colocó otro buey sobre el altar que había levantado, y en que debía postrado en tierra con la más profunda veneración, lleno de fe y confianza hizo una breve oración a Dios, y al instante descendió del cielo un fuego abrasador que consumió el holocausto, la leña, las piedras y hasta el agua que habla puesto alrededor. Al ver Israel un prodigio tan raro, exclamo:
"El Señor es el Dios, el Señor es el Dios." Viendo Elías el entusiasmo del pueblo convertido ya a su Dios, mando que cogieran a todos los falsos profetas, y llevándolos al torrente Cison, los hizo matar para que pagaran así el enorme crimen de idolatría con Después de esto dijo Elías al rey y beber, que habían pervertido al pueblo. Después de esto dijo Elías al rey Acab que subiera a comer y beber, mientras él subía al monte, donde habla ofrecido el sacrificio, a orar y pedir a Dios el remedio de aquel pueblo. Allí postrado en tierra y humillado, clamó a Dios para que enviara sobre la tierra el agua fertilizadora. Siete veces mandó a su compañero que mirase hacia el mar, y la séptima vez vio una nubecilla, como la huella de un pie de un hombre, que subía de entre las amargas aguas del mar, y en ella contempló Elías, con su espíritu profético, a la Inmaculada Madre de Dios con sus más gloriosas prerrogativas.

II

Alma mía, si en tus angustias y necesidades acudes à Dios con verdadera devoción, con espíritu humilde, llena de fe y confianza, también Dios oirá tus súplicas como las del profeta Elías, porque la oración humilde penetra los cielos, y enviará sobre ti el roció y las aguas de su misericordia, haciendo que se disipen y desaparezcan las tinieblas y necesidades que te afligen, y dé tu corazón verdaderos frutos de gracia y santidad. Persevera humilde en tu oración como el Profeta Elías, porque Dios quiere probar tu constancia; repite tus súplicas y llama de nuevo al Corazón de Jesús, que no será en vano, pues Él ha dicho: "Al que llame se le abrirá." Pero si te cansa tu oración y desistes de suplicar, es señal de que no tienes aquella fe viva y aquella confianza ilimitada con que Dios quiere ver revestidas las súplicas que a Él se dirigen, para que consigan su efecto. Por eso dijo el Señor: " si tuvierais fe como un grano de simiente, y dijereis a este monte: Trasládate allá, luego se trasladará."
Imita, pues, tú, alma mía, al profeta Elías, que después de una y otra vez repite su oración hasta que el Señor, vencido de ella, le concede lo que pide.

Oración final

Gloriosísima Virgen, Reina de los Ángeles, Madre de Dios y de los Carmelitas, María Santísima, yo el más indigno de vuestros hijos acudo a vuestras plantas con el afecto que me inspira vuestro amante corazón y la confianza que me da en santo escapulario, prenda vuestra riquísima y señal de mi salvación, para presentaros las suplicas y afectos que mi corazón ha formado en este día en obsequio vuestro para más amaros y mejor serviros. Vos como Madre de Dios y dispensadora de todas las gracias del cielo, todo lo podéis, y como Madre amante y especial de los que visten vuestro santo escapulario, no os negareis a recibir mis pobres suplicas y alcanzarme el remedio de mis necesidades, la gracia de que mi alma os ame y sirva cada día más durante mi vida y después merezca ser ayudado de vos en la hora de mi muerte. 

Pídase ahora con toda confianza la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen

EJEMPLO

En una villa cerca de Tolosa se apareció varias veces la Virgen Santísima à un hombre llamado Samuel Grossi para que cediese a los Carmelitas un lugar donde fundasen convento. Fueron allá los Carmelitas, pero no sufriendo el Gobernador que habitaran allí los religiosos, les mandó salir; mas ellos no quisieron dejar el lugar. Irritado el Gobernador, los encerró en el convento de tal manera que no pudiesen salir, para que muriesen dentro como en una cárcel. Pero los religiosos, llenos de fe y confianza, acudieron a su amantísima Madre la Virgen del Carmen,  repitiéndole una y súplica de San Simón Stock: Ave, Stella matutina, etc. A los pocos días que repitieron esta súplica, estando cantándola, y al llegar a aquellas palabras: Tu nos in carcere solare propitia, que quiere decir: "Piadosísima Madre nuestra María, consoladnos en esta cárcel," al instante desaparecieron todos los obstáculos que impedían salir a los religiosos, y al mismo tiempo se le saltaron los ojos al sacrílego Gobernador, quedándole colgados de dos pequeños nervios. Al verse así, reconoció su yerro, e hizo que le llevaran al convento para pedir perdón à los religiosos y demandar sus oraciones. Los Carmelitas acudieron de nuevo a su Madre y Protectora cantando la Salve. Cuando llegaron a aquellas palabras: illos tuos misericordes oculos ad nos converte, volvieron a su lugar natural los ojos del Gobernador, quedando sano y bueno, y haciéndose después religioso en aquel mismo convento. 
Obsequio. Rezar el Avemaría siempre que se oiga dar horas al reloj.
Sentencia. ¡Cuán seguros debemos estar bajo la protección de tal Madre! ¿Quién podrá apartarnos de su seno? ¿Qué tentación o pasión podrá vencernos, si ponemos nuestra confianza en el patrocinio de María Madre de Dios y nuestra?

- Regina decor Carmeli.
- Dedisti nobis signum protectionis tuæ

Oremus. 
Deus, qui Beatissimae semper virginis, et genitricis tuae Mariae singulari titulo Carmeli ordinem decorasti: concede propitius, ut cujus hodie commemorationem solemni celebramus officio, ejus muniti presidiis ad gaudia sempiterna pervenire mereamur. Qui vivis, et regnas in secula seculorum. Amen.

Del 7 al 15 de Julio: Novena en honor a Ntra. Sra. del Carmen



Por la Señal de la Santa Cruz, 
de nuestros enemigos líbranos Señor. 

En el nombre del Padre, y del Hijo, 
y del Espíritu Santo. Amén. 

Acto de contrición

Pésame Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.
Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí;
pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido,
y propongo firmemente no pecar más, y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén. 

Oración Preparatoria para todos los días 

Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo: 
(rezar tres avemarías)

Primer Día 

Virgen del Carmen, Tú que fuiste preservada de toda mancha de pecado, te suplico me concedas tu ayuda para mantener siempre mi alma limpia de pecado y santifique mi vida, con mis obras. 

Segundo Día 

María Santísima del Carmen, Tú que te consagraste en cuerpo y alma como esclava del Señor, haciendo de Tu vida un continuo acto de servicio a su misión salvadora, concédeme proclamar mi alma a la grandeza de Dios, y sienta en mi vida los dones de su misericordia. 

Tercer Día 

Oh, Virgen del Carmen, concédenos que imitando tu fe, aceptemos en nuestra vida los misteriosos designios de la voluntad de Dios, y con fe y humildad le sirvamos sobre la tierra y le gocemos después en el cielo. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. 

Cuarto Día 

Virgen Santísima del Carmen, Tú que escuchaste las palabras de Tu Hijo y las cumpliste mejor que nadie, enséñanos a tener ese espíritu solícito para con nuestro prójimo. Que nuestros corazones estén siempre dispuestos a aceptar la voluntad de Dios. 

Quinto Día 

Amandísima Madre del Carmen, Tú que ofreciste tus dolores de Madre junto a la Cruz de tu Hijo, concédenos Tu fortaleza, para que también nosotros aceptemos y ofrezcamos nuestros sufrimientos y colaboremos en la salvación del mundo. Amén.

Sexto Día 

Virgen del Carmen, Tú que fuiste colmada de alegría en la Resurrección de Tu Hijo, concédenos que perseverando en oración con la Iglesia, nos dispongamos a recibir los dones del Espíritu Santo, y guiados por ellos nuestra vida sea un testimonio de fe, esperanza y amor, y un día podamos gozar contigo la alegría del Reino. Por Jesucristo Nuestro Señor. 

Séptimo Día 

Virgen del Carmen, Tú que fuiste ensalsada como Reina del universo, a semejanza de tu Hijo, concédenos, a nosotros, peregrinos en este mundo, Tu protección maternal y un día podamos gozar contigo la felicidad eterna en el cielo. 

Octavo Día 

Gloriosa Virgen del Carmen, que fuiste figurada en una nubecita por el profeta Elías, que con su lluvia fecundaste copiosamente la tierra, te pedimos que nos alcances siempre copiosas lluvias en auxilio para nuestras almas, con abundantes frutos de virtudes y buenas obras. 

Noveno Día 

Virgen del Carmen, María Santísima, Tú que nos entregaste el santo Escapulario para que veamos en él un signo de Tu presencia alentadora y de Tu amor, ayúdanos para que nuestra vida sea digna de hijos tuyos, para que imitemos fielmente Tus virtudes, y un día podamos encontrarnos en el Reino de Tu Hijo Jesús. 

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar la Salve. 

Oración Final para todos los días

Virgen santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de tu santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de esta tu querida Insignia. ¡Oh hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante tu sagrada imagen, y concédenos benigna tu amorosa protección. Te recomiendo las necesidades de nuestro Santísimo Padre, el Papa, y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos como ofenden a tu divino Hijo, y a tantos infieles como gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea.

Se puede rezar el Santo Rosario también en la Novena.

En el nombre del Padre, y del Hijo, 
y del Espíritu Santo. Amén. 


Flor del Carmelo, Vid florida,
Esplendor del Cielo, Virgen Madre singular,
Madre dulce que no conoció varón: asiste propicia 
a tus devotos. 
Estrella del mar, intercede por nosotros 
al Señor Dios nuestro.