La misión de San Juan Bautista
En primer lugar, San Juan Bautista es importante por su misión en el plan de Dios para nuestra Redención. En realidad, esto es lo importante con San Juan: su papel. Si entendemos su labor, su tarea para Dios, entendemos a San Juan. No había nada en su vida, sino cumplir su tarea, al mostrar al Mesías a la gente. Vemos esto en sus propias palabras a los Fariseos. ¿Quién eres tu? . . . Yo no soy el Cristo. . . ¿Entonces qué? ¿Eres tu Elías, o el Profeta? . . . No lo soy. . . ¿Quién eres tu?...
Para que demos una respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué dices de ti mismo? . . . Yo soy la voz San juan Bautista, de uno que clama en el desierto; Enderezad el camino del Señor, como dijo Isaías. . . . En medio de vosotros está uno que vosotros no conocéis, que viene después de mi, y al cual yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia. Es decir, San Juan no es alguien importante de las profecías antiguas. San Juan no ni persona, sino sólo una voz, y la voz es importante sólo para las palabras, el mensaje que habla. Y la misión de San Juan es preparar el camino a Cristo, al cual no es digno de desatar la correa de su sandalia.
Vemos esta misión desde el primer momento de su vida, cuando su padre Zacarías dice: Tu, pequeñuelo, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para preparar sus caminos, para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación en la remisión de los pecados . . . Vemos esta misión en su primera acción, cuando muestra a su madre la presencia de Cristo. Y sucedió cuando Isabel oyó el saludo de la Virgen María, que el niño dio saltos en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo. Y vemos esta misión en las conocidas palabras del Evangelio de San Juan Apóstol, en que describe la Misión Eterna del Hijo de Dios. Apareció un hombre, enviado de Dios, que se llamaba Juan. Él vino como testigo, para dar testimonio acerca de la luz.
Entonces, San Juan es poco más que un papel, cumplido en el plan de Dios. No oímos mucho del carácter de San Juan, porque lo que importa es su papel. No sabemos nada de San Juan que no sea en relación a su misión, su relación con el plan de la Redención.
La culminación del Antiguo Testamento
San Juan fue el último profeta. Cada profeta del Antiguo Testamento habló de Cristo, diciendo muchas cosas, como su nacimiento de la Virgen, sus sufrimientos, su rechazo por parte de la gente, su muerte. Pero San Juan fue el único profeta que podía apuntar a Cristo con su dedo, y decir: Allí está, este es el Mesías. He aquí el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. . . Este es aquel de quien yo hablé. . . He visto, y testifico que Él es el Hijo de Dios.
Con San Juan terminó la revelación progresiva del Antiguo Testamento. Por siglos la gente andaba en tinieblas, y tenía solamente símbolos, figuras, señales de el Mesías, solamente esperanza para el futuro. Pero San Juan fue el fin de esto; el hizo el primer reconocimiento público de Cristo. En el momento de su Bautismo, Cristo fue revelado a toda la gente. He aquí que se le abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios, en figura de paloma, que descendía y venía sobre Él, y una voz del cielo decía: Este es mi Hijo, el Amado, en quien me complazco. Por eso, San Juan tenía una misión como el equivalente de Nuestra Señora, pero entre los hombres. María también fue la culminación de siglos de preparación entre la Gente Elegida. María también vivía solamente para su misión, su papel en el plan de Dios; ser Madre de Dios. De María es el cuerpo y la vida de Nuestro Señor; de San Juan es su reconocimiento público como el Mesías y Redentor.
El ejemplo de San Juan
San Juan debe ser uno de los ejemplos más importantes de todos los Santos para nosotros. Ningún hombre en la historia del mundo ha tenido palabras de elogio de la boca de Nuestro Señor como San Juan. ¿Un profeta? Si, os digo, y más que profeta. . . En verdad, os digo, no se ha levantado entre los hijos de mujer, uno mayor que Juan el Bautista. También, San Juan fue amigo de Nuestro Señor. Vemos esto en su dolor cuando San Juan murió en los manos de Herodes. Los discípulos de Juan se llevaron el cuerpo y lo sepultaron; luego fueron a informar a Jesús, quien habiendo oído esto, se retiró de allí en barca, a un lugar desierto, a solas.
Por eso, San Juan puede ser nuestro patrón, nuestro ejemplo de preparación para Cristo. San Juan cumple con su trabajo, preparar a la gente para Cristo, y no tomaba nada de su gloria para si mismo. Es necesario que Él crezca, y que Yo disminuya. Después de cumplir su tarea, San Juan tenía una felicidad muy grande, quizás única entre los hombres. El que tiene la esposa es el esposo. El amigo del esposo que está a su lado y le oye, experimenta una gran alegría con la voz del esposo. Esta alegría, que es la mía, está, pues, cumplida. . .
Si queremos estar preparados para la venida de Nuestro Señor, si queremos tener la felicidad, ¿qué mejor patrón podemos tener?
Conclusión: San Juan para nosotros
Entonces, entendemos la respuesta a nuestra pregunta; ¿por qué la importancia de San Juan? Entendemos que la importancia de San Juan es el resultado de su misión, que está relacionada con la misión de Nuestro Señor. Por esto, San Juan fue la culminación del Antiguo Testamento, el más importante de los profetas, y tenía un papel muy similar al de Nuestra Señora. Y si San Juan hizo la última preparación para Nuestro Señor, debe ser un ejemplo para nosotros, para preparar su venida.
San Juan Bautista, ruega por nosotros.