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22 de Junio: Memoria Litúrgica de los santos Juan Fisher, obispo y santo Tomás Moro, mártires



Hoy la Iglesia celebra a los santos Juan Fisher, Obispo y Tomás Moro, mártires. 

San Juan Fisher, Obispo y mártir 

Este santo mártir nació en Beverley, Inglaterra, en el año 1469. A los 14 años ya era el estudiante más sobresaliente y, a los 20 fue nombrado profesor del colegio San Miguel. Se doctoró en la famosa Universidad de Cambridge, y a los 22 años, obtuvo ser dispensado de la falta de edad, y fue ordenado sacerdote. Poco después recibió el nombramiento de vicecanciller o vicerrector de la gran universidad.

En 1504, fue elegido nuestro santo como obispo de Rochester, cuando sólo tenía 35 años. Y él, como hacía con todos los cargos que le confiaban, se dedicó a este oficio con todas las fuerzas de su recia personalidad. Con un entusiasmo no muy frecuente en su época, se dedicó a visitar todas y cada una de las parroquias para observar si cada uno estaba cumpliendo con su deber, y animar a los no muy entusiastas.A los sacerdotes les insistía en la grave responsabilidad de cumplir muy exactamente sus deberes sacerdotales. Iba personalmente a visitar a los más pobres.

Dedicaba, además, muchas horas al estudio y a escribir libros. Se hicieron famosos sus discursos fúnebres a la muerte del rey Enrique VII y en el funeral de la reina Margarita. Aunque era obispo y además canciller de la universidad, llevaba una vida tan austera como la de un monje. No dormía más de seis horas. Hacía fuertes penitencias. Cuando Lutero empezó a difundir los errores de los protestantes, el obispo Fisher fue elegido para atacar tan fatales errores, y escribió cuatro libros para combatir los errores de los luteranos.

En un Sínodo de Inglaterra, el obispo Fisher protestó fuertemente contra la mundanalidad de algunos eclesiásticos, y la vanidad de aquellos que buscaban altos puestos y no la verdadera santidad. Cuando el rey Enrique VIII dispuso divorciarse de su legítima esposa y casarse con su concubina Ana Bolena, el obispo Juan Fisher fue el primero en oponerse. Y aunque muchos altos personajes, por conservar la amistad del rey, declararon que ese divorcio sí se podía hacer, en cambio Juan, aún con peligro de perder sus cargos y ser condenado a muerte, declaró públicamente que el matrimonio católico es indisoluble.

El terrible rey Enrique VIII se declaró jefe supremo de la Iglesia en Inglaterra en reemplazo del Sumo Pontífice, y todos los que deseaban conservar sus altos puestos en el gobierno y en la Iglesia, lo apoyaron. Pero Juan Fisher declaró que esto era absolutamente equivocado y en pleno Parlamento exclamó: "Querer reemplazar al Papa de Roma por el rey de Inglaterra, como jefe de nuestra religión es como gritarle un ‘muera’ a la Iglesia Católica".

Las amenazas de los enemigos empezaron a llegar sobre él. Dos veces lo llevaron a la cárcel. Otra vez trataron de envenenarlo. Le inventaron toda clase de calumnias, y como no lograron intimidarlo, lo mandaron encerrar en la Torre de Londres. Tenía entonces 66 años. Estando en prisión, recibió del sumo Pontífice el nombramiento de Cardenal. El impío rey exclamó: "Le mandaron el sombrero de Cardenal, pero no podrá ponérselo, porque yo le mandaré cortar la cabeza". Y así fue. El 17 de junio de 1535 le leyeron la sentencia de muerte.

El rey Enrique VIII mandaba matarlo por no aceptar el divorcio y por no aceptar que el rey reemplazara al Papa en el gobierno de la Iglesia Católica. Al llegar al sitio donde le van a cortar la cabeza, el venerable anciano se dirige a la multitud y les dice a todos que muere por defender a la Santa Iglesia Católica fundada por Jesucristo. Recita el "Tedeum" en acción de gracias y, muere. 

Otros Santos que se celebran hoy: Silverio, papa; Aldegunda, Florentina, vírgenes; Macario, Inocencio, obispos; Regimberto, Bertoldo, Mernico, confesores; Novato, Pablo, Ciriaco, mártires; José, anacoreta; Dermot O’Hurley, Margarita Bermingham viuda de Ball, Francisco Taylor, Ana Line, Margarita Cltheroe, Margarita Ward y compañeros mártires ingleses, beatos.

Oración a san Juan Fisher 

San Juan Fisher:
¡Concédenos de Dios, por tu intercesión,
la fortaleza de primero morir antes que renegar
de la fe de Jesucristo o de su verdadera Iglesia!

Te rogamos intercedas por todo el clero para que,
siguiendo tu ejemplo, sea totalmente fiel a la doctrina
revelada por Dios y custodiada por el magisterio infalible de la Iglesia Católica. Amén. 

Santo Tomás, mártir 


"El hombre no puede ser separado de Dios, ni la política de la moral", decía Santo Tomás Moro, declarado patrono de los gobernantes y los políticos por San Juan Pablo II. 

Santo Tomás nació en Londres en 1477 y mantuvo siempre una vida de fe. Se graduó en la Universidad de Oxford como abogado y su carrera exitosa lo llevó al parlamento. Con Jane Colt tuvo un hijo y tres hijas. Su esposa muere y contrae nupcias nuevamente con Alice Middleton.

En 1516 escribió su libro “Utopía”, lo que llamó mucho la atención de Enrique VIII, quien lo puso en importantes puestos.

Cuando el rey seguía con su intención de repudiar a su esposa para casarse con otra y se disponía a separarse de la Iglesia de Roma para formar la iglesia anglicana bajo su autoridad, Santo Tomás Moro renunció.

Más adelante se dedicó a escribir en defensa de la Iglesia y con su amigo, el Obispo San Juan Fisher, se rehusó a obedecer al rey como “cabeza” de la iglesia. Ambos, fieles a Cristo, fueron encarcelados. Meses después fue ejecutado San Juan Fisher y días posteriores Santo Tomás fue condenado como traidor.

Murió mártir al oponerse a la división interesada de Enrique VIII. En el andamio para ser ejecutado, el Santo les supo decir a la multitud que moría como "el buen servidor del rey, pero primero Dios" y, siendo decapitado, partió a la Casa del Padre el 6 de julio de 1535.  La Fiesta de Santo Tomás Moro se celebra cada 22 de junio junto con San Juan Fisher.

“La historia de Santo Tomás Moro ilustra con claridad una verdad fundamental de la ética política. En efecto, la defensa de la libertad de la Iglesia frente a indebidas injerencias del Estado es, al mismo tiempo, defensa, en nombre de la primacía de la conciencia, de la libertad de la persona frente al poder político. En esto reside el principio fundamental de todo orden civil de acuerdo con la naturaleza del hombre”, añadió”, dijo San Juan Pablo II en el año 2000.

Oración a santo Tomás de Moro

Dios Glorioso, dame gracia para enmendar mi vida y tener presente mi fin sin eludir la muerte, pues para quienes mueren en Ti, buen Señor, la muerte es la puerta a una vida de riqueza.
 
Y dame, buen Señor, una mente humilde, modesta, calma, pacífica, paciente, caritativa, amable, tierna y compasiva en todas mis obras, en todas mis palabras y en todos mis pensamientos, para tener el sabor de tu santo y bendito espíritu.
 
Dame buen Señor, una fe plena, una esperanza firme y una caridad ferviente, un amor a Ti, muy por encima de mi amor por mí.
 
Dame, buen Señor, el deseo de estar contigo, de no evitar las calamidades de este mundo, no tanto por alcanzar las alegrías del cielo como simplemente por amor a Ti.
 
Y dame, buen Señor, Tu amor y Tu favor; que mi amor a TI, por grande que pueda ser, no podría merecerlo si no fuera por tu gran bondad. Buen Señor, dame Tu gracia para trabajar por estas cosas que te pido. Amén.

Oración del buen humor de santo Tomás Moro 

Concédeme, Señor, una buena digestión,
y también algo que digerir.
 
Concédeme la salud del cuerpo,
con el buen humor necesario para mantenerla.
 
Dame, Señor, un alma santa que sepa aprovechar
lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante
el pecado, sino que encuentre el modo de poner
las cosas de nuevo en orden.
 
Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento,
las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no
permitas que sufra excesivamente por ese ser tan
dominante que se llama: yo.
 
Dame, Señor, el sentido del humor.
Concédeme la gracia de comprender las bromas,
para que conozca en la vida un poco de alegría y
pueda comunicársela a los demás. Amén. 

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