Ten misericordia de nosotros
Pan vivo bajado del cielo
Dios oculto y salvador
Trigo de los predestinados
Vino que engendra Vírgenes
Pan sustancial
Sacrificio perpetuo
Ofrenda pura
Cordero sin mancha
Mesa purísima
Manjar de los Ángeles
Maná escondido
Recuerdo de las maravillas de Dios
Verbo encarnado
Habitante entre nosotros
Hostia Divina
Hostia Santa
Cáliz de bendición
Misterio de nuestra fe
Excelso y venerable Sacramento
El más santo de todos los sacrificios
Verdaderamente propiciatorio para vivos y difuntos
Antídoto contra todo pecado
Milagro estupendo sobre todos los milagros
Memoria sacratísima de la pasión del Señor
Don que excede toda riqueza
Recuerdo del divino amor
Remedio de la inmortalidad
Sacramento que da la vida
Incruento sacrificio
Comida y convidador del festín divino
Convite dulcísimo, en el que sirven los ángeles
Sacramento de piedad
Vínculo de caridad
Alimento de las almas santas
Viático de los que mueren en el Señor
Prenda preciosa de la futura gloria
Sénos propicio. Perdónanos Señor.
Sénos propicio. Escúchanos Señor.
Líbranos, Señor
De recibir indignamente a tu bendito Cuerpo y Sangre
De la concupiscencia de la carne
De la concupiscencia de los ojos
De la soberbia
De toda ocasión de pecar
Por aquel ardiente deseo que tenias de comer la Pascua con tus discípulos
Por la profunda humildad con que lavaste los pies a tus discípulos
Por la ardentísima caridad con que instituiste este divino Sacramento
Por tu preciosísima Sangre, que nos dejaste en el altar
Por tus cinco llagas impregnadas en tu sacrosanto Cuerpo
Te rogamos, óyenos
Nosotros pecadores
Que te dignes conservar y aumentar en nosotros la fe, reverencia y devoción a este admirable Sacramento
Que por la verdadera confesión de los pecados, te dignes llevarnos a recibir con frecuencia la divina Eucaristía
Que te dignes librarnos de toda herejía, cisma y ceguedad del corazón
Que te dignes hacernos participantes de los preciosos y celestiales dones de este Santísimo Sacramento
Que en la hora de la muerte te dignes confortarnos, y fortalecernos con este viático celestial.
- Les diste Señor el pan del cielo
- que contiene en sí todo deleite
Oremos.
Dios, que en este Admirable Sacramento, nos dejaste el memorial de tu Pasión, concédenos, que al venerar los sagrados Misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, de tal manera que sintamos el fruto de tu Redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
¡Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar!
¡Sea por siempre Bendito y Alabado!
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