Esta Misa se celebra con ornamentos de color rojo.
Antífona de entrada Cf. Ap 5, 9-10
Nos has redimido, Señor, por medio de tu sangre,
de todas las familias, lenguas, pueblos y naciones,
y has hecho de nosotros un reino para nuestro Dios. Aleluia.
Oración colecta
Dios nuestro, que has redimido a todos los hombres
por la Sangre preciosísima de tu Hijo unigénito,
conserva en nosotros la obra de tu misericordia,
para que, recordando siempre el misterio de nuestra salvación,
merezcamos alcanzar sus frutos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Lectura del libro del Éxodo 12, 21-27
Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les dijo:
«Vayan a buscar un animal del ganado menor para cada familia e inmolen la víctima pascual. Luego tomen un manojo de plantas de hisopo, mójenlo en la sangre recogida en un recipiente, y marquen con la sangre el dintel y los dos postes de las puertas; y que ninguno de ustedes salga de su casa hasta la mañana siguiente. Porque el Señor pasará para castigar a Egipto; pero al ver la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará de largo por aquella puerta, y no permitirá que el Exterminador entre en sus casas para castigarlos.
Cumplan estas disposiciones como un precepto permanente, para ustedes y para sus hijos. Cuando lleguen a la tierra que el Señor ha prometido darles, observen este rito.
Y cuando sus hijos les pregunten qué significado tiene para ustedes este rito, les responderán: "Este es el sacrificio de la Pascua del Señor, que pasó de largo en Egipto por las casas de los israelitas cuando castigó a los egipcios y salvó a nuestras familias."»
Palabra de Dios.
SALMO 115, 12-13. 15-16bc. 17-18
R. La copa que bendecimos
es la comunión de la Sangre de Cristo.
¿Con qué pagaré al Señor
todo el bien que me hizo?
Alzaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre del Señor. R.
¡Qué penosa es para el Señor
la muerte de sus amigos!
Yo, Señor, soy tu servidor,
tu servidor, lo mismo que mi madre. R.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo su pueblo. R.
ALELUYA Apoc 5, 9ab
Aleluya. Tú eres digno, Señor, de tomar el libro
y de romper los sellos,
porque has sido inmolado,
y por medio de tu Sangre,
nos has rescatado para Dios. Aleluya.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan 19, 31-37
Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne.
Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús. Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua.
El que vio esto lo atestigua: su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean.
Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: No le quebrarán ninguno de sus huesos. Y otro pasaje de la Escritura, dice: Verán al que ellos mismos traspasaron.
Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Al ofrecerte humildemente nuestros dones,
te pedimos, Señor,
que por estos misterios vayamos al encuentro de Jesús,
Mediador de la nueva alianza,
y seamos purificados y renovados por su Sangre salvadora.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Prefacio de la Pasión del Señor I.
PREFACIO PROPIO
En su Sangre Cristo consagra la nueva Alianza
V. El señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
elevar a ti, Padre santo y misericordioso,
nuestro himno de acción de gracias y de alabanza
por el Cordero de la verdadera Pascua,
Jesucristo, nuestro Señor.
Él, Sacerdote eterno,
se ofreció en sacrificio perfecto;
compartiendo nuestros sufrimientos
nos entregó su Cuerpo,
y en su Sangre consagró la nueva Alianza,
por medio de la Cruz,
nuestra luminosa esperanza.
Tu Iglesia, embriagada por el Espíritu Santo,
contempla la gloria de este misterio de amor;
con la Sangre preciosa de Cristo sacia nuestra sed
para hacernos gustar aquí en la tierra las alegrías del Cielo.
Por eso, unidos a los ángeles y a los santos,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria.
Santo, Santo, Santo...
Antífona de Comunión Cf. 1 Cor 10, 16
El cáliz de bendición que bendecimos,
es la comunión con la Sangre de Cristo;
y el pan que partimos,
es la comunión con el Cuerpo de Cristo.
Oración después de la comunión
Alimentados con la comida y la bebida de la salvación,
te pedimos, Padre,
que seamos purificados con la Sangre de nuestro Salvador,
y ella sea, para nosotros,
el manantial que brota hasta la Vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
O bien:
Dios todopoderoso,
alimentados con la comida y la bebida celestial,
te pedimos que defiendas contra las asechanzas del enemigo
a quienes redimiste con la preciosa Sangre de tu Hijo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
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