DÍA XVI
Por la señal de la santa cruz. Señal de la Cruz.
Oración inicial
Madre mía amantísima del Carmen, aquí vengo a vuestra presencia con el más profundo respeto y veneración a ofreceros el ejercicio de este día, que consagro a vos por haberme admitido, a mí, el más miserable de los hombres, entre vuestros hijos predilectos los Carmelitas, para favorecerme con vuestra especial protección y amor. Yo os doy miles de gracias por ello, Madre mía, y os suplico que iluminéis mi entendimiento e inflaméis los efectos de mi corazón, para hacer con verdadero fruto este ejercicio, a fin de que merezca ser recibido por vos como un obsequio de vuestro hijo. Amén
El santo escapulario en salvación en los peligros.
I
El mundo es considerado con mucha razón por los santos como un desierto, y la iglesia misma le llama valle de lágrimas, Ya que en él no se encuentra otra cosa que espinas de trabajos, tribulus de aflicción y lágrimas en abundancia. No hay lugar tan escondida en la tierra que no lleve estas miserias, porque es una pena que justamente le impulso el Criador, y por eso decía el apóstol: " ya camines por la tierra, o navegues por el mar, ya estés en la ciudad, ya en el desierto, siempre y en todas partes hallarás peligro."
Pero consuelense los cofrades del Carmen, porque tienen un seguro refugio donde librarse en cualquier peligro o adversidad. Nada debe temer aquel que vive a la sombra del manto de María, porque ella misma le asegura la salvación en los peligros, cuando al vestirle el santo escapulario le dice: " he aquí lo que te salvará en los peligros de la vida," salus in periculis.
¿y quién negará al Santo escapulario la virtud de salvar en los peligros, siendo María La poderosa madre de Dios, la que le comunica esta virtud? ¿Quién dudara de esta virtud y gracia, cuando la cotidiana experiencia tan gloriosamente nos la muestra? Basta dirigir una mirada alrededor de los altares de la Virgen del Carmen, y veréis los trofeos del santo escapulario, veréis los milagros que allí se recuerdan, qué son eterno testimonio de que el santo escapulario del Carmen es salvación en los peligros.
Semejante a aquel árbol del apocalipsis, qué nos habla San Juan, cuyas hojas eran para la salud de las gentes, así este sagrado vestido, el santo escapulario de la Virgen del Carmen, tiene la virtud de salvar en todos los peligros aquellos que con fe y devoción le visten. Y si los vestidos de los santos han obrado tantos milagros, por el contacto que tuvieron con aquellos siervos tan amantes de Dios, ¿Qué es virtud no tendrá el vestido de María, la más Santa de los santos y madre de Dios, cuyo vestido trajo ella el cielo con sus purisimas manos y lo destino a este objeto, esto es, que fuera salvación en los peligros? Más de trescientos milagros, casi todos auténticos, posgrados por el santo escapulario prefiere el P. Grassi en su obra titulada: " milagros y gracias de la Santísima Virgen del Carmen" y dedicada al sumo pontífice Benedicto XIII.
Bien convencidos, pues, de esta verdad por las pruebas sobrado numerosas y claras que se encuentran, no dudo en afirmar la sagrada congregación de Ritos, en el intento de la virgen al bajar el santo escapulario fue "distinguir a este sagrado orden con un vestido celestial, y que por él fuera librado de todos los males".
II
Mira, pues, alma mía, la gracia singular Qué te hace la madre de Dios al darte el santo escapulario un auxilio y protección poderosa en todos los peligros de la vida. Arcoge agradecida un escudo impermeable que tu madre te ofrece para qué cruces, a salvo de tus enemigos, los senderos de la vida, y aprecia en tu corazón esa rica joya, cuya virtud misteriosa te salvará en los peligros. En tus dudas, en tus angustias y aflicciones acude a María santísima del Carmen por medio de su santo escapulario. Si las tentaciones de la carne, la avaricia o la irá te molestan, abrázate con el escapulario y llama a María. Sí turbado por la enormidad de tus crímenes, o confundido por la asquerosidad de tu conciencia, aterrado por el horror del juicio, te asalta la desesperación, acogete al escapulario y llama a María, porque en todos los peligros te salvará el santo escapulario, con tal que no lo apartes de tu corazón ni lo retires de tus labios, con tal que lo vistas como verdadero hijo de María con fe, con amor y devoción.
Dios nuestro Señor rodeo al Santo Job una virtud especial para que por ninguna parte pudiera ser tocados por el demonio, y a ti te ha rodeado la virgen madre de Dios con su santo escapulario para defenderte del demonio y de los demás peligros exteriores. Conoce, pues, la obligación que tienes con tu madre María del Carmen al conceder te este privilegio tan extraordinario, isea la gratitud por tanto bien y el amor de su hijo los que te muevan a venerar sobre todas las devociones el escapulario del Carmen y a la madre que te lo dió.
Oración final
Gloriosísima Virgen, Reina de los Ángeles, Madre de Dios y de los Carmelitas, María Santísima, yo el más indigno de vuestros hijos acudo a vuestras plantas con el afecto que me inspira vuestro amante corazón y la confianza que me da en santo escapulario, prenda vuestra riquísima y señal de mi salvación, para presentaros las suplicas y afectos que mi corazón ha formado en este día en obsequio vuestro para más amaros y mejor serviros. Vos como Madre de Dios y dispensadora de todas las gracias del cielo, todo lo podéis, y como Madre amante y especial de los que visten vuestro santo escapulario, no os negareis a recibir mis pobres suplicas y alcanzarme el remedio de mis necesidades, la gracia de que mi alma os ame y sirva cada día mas durante mi vida y después merezca ser ayudado de vos en la hora de mi muerte.
Pídase ahora con toda confianza la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen
EJEMPLO
Cuán cierto sea que el escapulario de la Santísima Virgen del Carmen salva en los peligros de la vida, se prueba con el ejemplo siguiente:
El día 6 de marzo de 1874 un caballero salió a visitar a una hermana suya que recibía cerca de Cavallerlone, en Italia. En cuanto hubo llegado al lugar de la residencia de aquella y terminadas las mutuas demostraciones que el amor fraternal exige, sintióse ligeramente indispuesto, y guardo cama con la esperanza de restablecerse en breve; más al cabo de pocas horas le sobrevinieron agudos dolores de cabeza y de pecho y una completa postración y abatimiento. Llamados los facultativos, y aplicados los medicamentos prescritos por los mismos, en nada cambiaron el aspecto y la situación de la salud del paciente, temiéndose por su vida a cada instante. Mandó la hermana llamar a un sacerdote con el intento de que administrara los extremos auxilios espirituales al enfermo; pero como tardaba mucho tiempo en llegar, a causa de otras urgentes ocupaciones, resolvió hacer una prueba de la eficacia del escapulario de la Santísima Virgen del Carmen, que con fervorosa devoción llevaba colgado sobre su pecho, y colocándole sobre el del enfermo, observa con sorpresa suya y de su paciente hermano un súbito inesperado cambio en la salud del mismo, desapareciendo los dolores y el quebranto, quedando instantánea y totalmente restablecido.
por la fervorosa devoción con que la hermana vestía el santo escapulario, quiso la Virgen del Carmen obrar este milagro en favor de su hermano.
Obsequio. En todos los peligros y tribulaciones de la vida invocar el auxilio de la Santísima Virgen del Carmen, besando su santo Escapularlo.
Sentencia. No temeré ningún peligro, por qué Vos estáis conmigo para salvarme.
(Salmo XXII, v 4)
Oremus.
Deus, qui Beatissimae semper virginis, et genitricis tuae Mariae singulari titulo Carmeli ordinem decorasti: concede propitius, ut cujus hodie commemorationem solemni celebramus officio, ejus muniti presidiis ad gaudia sempiterna pervenire mereamur. Qui vivis, et regnas in secula seculorum. Amen.
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