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Mes de Julio dedicado a la Virgen del Carmen - Día 18°

DÍA XVIII 

Por la señal de la santa cruz. Señal de la Cruz. 

Oración inicial 

Madre mía amantísima  del Carmen, aquí vengo a vuestra presencia con el más profundo respeto y veneración a ofreceros el ejercicio de este día, que consagro a vos por haberme admitido, a mí, el más miserable de los hombres, entre vuestros hijos predilectos los Carmelitas, para favorecerme con vuestra especial protección y amor. Yo os doy miles de gracias por ello, Madre mía, y os suplico que iluminéis mi entendimiento e inflaméis los efectos de mi corazón, para hacer con verdadero fruto este ejercicio, a fin de que merezca ser recibido por vos como un obsequio de vuestro hijo. Amén

El santo escapulario es señal de salud eterna a la hora de la muerte

I

Al explicar la Virgen santísima a San Simon stock las gracias y privilegios que llevaba su santo escapulario Para aquellos que lo vistiesen con devoción, dijo que eras el de salvación en la hora de la muerte, que "no se condenará el que muriera con él."  He aquí una de las gracias más grandes y más consuelo para todo Carmelita, supuesto que la salvación es el último fin a que se dirigen todas las obras del hombre, y por el cual suspira en medio de la incertidumbre, mientras camina por el destierro. 
     ¿Y cómo es señal de salvación en Santo escapulario? María santísima ha prometido con estas palabras, que en aquellos terribles momentos cuando el alma turbada por la salida y la cuenta que le espera, y perseguida más fuertemente por el demonio, estarán en angustia y a punto de sucumbir, ella extenderá su inmaculado manto dónde acoge a todos los Carmelitas, la protegerá de una manera especial para salvarla del enemigo, para que muera en la gracia del Señor. Ella en cuyas manos están todas las gracias de Dios, concederá a sus cofrades aquellas gracias que más necesitan para su salvación, y aunque fuera necesario mudarles el corazón o hacer un milagro para que, arrepentidos, mueran en la amistad de Dios, Ella lo haría. Ha dado su palabra de honor, palabra de Reina  y de madre de Dios, que no se condenará el que muriendo con el santo escapulario, y ¿Quién puede dudar de su cumplimiento? Ella es potente, y su altísima dignidad no puede menos de cumplir lo que ha prometido. ¿Y sería posible que una madre tan cariñosa, que mil veces ha manifestado su amor predilecto por los Carmelitas, los olvidaste en la más terrible necesidad, si los viese adornados con su santa librea, cómo soldados que han militado siempre bajo su bandera? No, no es posible. Ella les concederá todas las gracias y auxilios que necesiten, y como dice el venerable jesuita la Colombiére, ella, que tiene todo poder sobre los enemigos de nuestra salvación, lista para las manos para que no puedan dañarnos. 
     Y si nuestro destino último depende de la sentencia que se falle en el juicio, ¿Quién temerá, sabiendo que la causa está en manos de su cariñosa y potente madre? ¡Ah!, Ella le dirá al juez: " sí he hallado gracia en tus ojos, dame estos que me pertenecen, qué son mis hijos predilectos, mi heredera escogida y mi corona; estos que visten me librea, mi Santo escapulario, pero ellos te ruego, y si a ellos no los salvas, bórrame a mí del libro de la vida." 
     No quiere decir esto que si alguno muriese en pecado mortal, con el santo escapulario se salvaría; pero tal cosa, dice el venerable La Colombiére, no sucederá, por qué María le alcanzará abundantes gracias para que se arrepienta antes de morir, o si se obstina en el pecado, ella hará de manera que el mismo infeliz arroje de sí el santo escapulario

II 

¡Qué consuelo será para ti, alma mía, cuando en aquella última hora vea sobre tu pecho el santo escapulario, señal visible y cierta de la protección invisible y poderosa qué María tu amorosa madre se dispensará! El infundirán tu corazón valor, esperanza y consuelo, que te haran exclamar, como aquel devoto de María que en su última hora decía" no pensaba, no creía que era tan dulce morir sintiendo la protección y ayuda de María." 
     Y cuando los pecadores espantados por la cuenta que les espera y el abismo que se abre a sus pies, tiemblan, rabian de despecho y mueren en la desesperación, los cofrades del Carmen, mostrando el escapulario a María, recibirán las caricias de su amorosa madre, los cuidados que pide aquella grave necesidad, y muriendo en la paz del Señor, recibir a María aquellas almas que le pertenecen por título de especial adopción y las presentará ante el juez supremo. No temas, pues, alma mía, que aunque estés pobre de obras y méritos para comparecer ante el juez, María, qué es tu madre, interpondrán los suyos, porque lo que es la madre es también el hijo. Y al ver aquel divino juez la divisa y señal del santo escapulario de María del Carmen, dirá: " Venid, benditos de mi Madre, a poseer el reino que ella ha preparado; gozad aquí en el cielo de mi presencia y su compañía los que en la tierra os consagrasteis a su obsequio y veneración vistiendo el santo escapulario." ¡Cuántos y cuántos, alma mía, se habrán salvado por la protección qué María les ha dispensado por vestir el santo escapulario! Qué es señal de salvación y él te colocara en el coro de bienaventurados que gozan las delicias de la patria y el amor y presencia de la más dulce, querida y amorosa madre. 

Oración final

Gloriosísima Virgen, Reina de los Ángeles, Madre de Dios y de los Carmelitas, María Santísima, yo el más indigno de vuestros hijos acudo a vuestras plantas con el afecto que me inspira vuestro amante corazón y la confianza que me da en santo escapulario, prenda vuestra riquísima y señal de mi salvación, para presentaros las suplicas y afectos que mi corazón ha formado en este día en obsequio vuestro para más amaros y mejor serviros. Vos como Madre de Dios y dispensadora de todas las gracias del cielo, todo lo podéis, y como Madre amante y especial de los que visten vuestro santo escapulario, no os negareis a recibir mis pobres suplicas y alcanzarme el  remedio de mis necesidades, la gracia de que mi alma os ame y sirva cada día mas durante mi vida y después merezca ser ayudado de vos en la hora de mi muerte. 

Pídase  ahora con toda confianza la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen

EJEMPLO

Véase cómo nos describe El poder del escapulario para salvar las almas, un sacerdote que fue testigo del hecho siguiente: 
     Yo recibí un billete en estos términos, dice el sacerdote: " un anciano que vive en la calle... Está apunto de morir; más de veintidós años hace que no practicado ningún ejercicio de religión; se le exhorta a que se arrepienta, pero permanece sordo con una dolorosa obstinación a todos los consejos. Pruebe usted hacer un último y supremo esfuerzo; hágale una visita cuanto antes; no sé extrañé si le rechaza de su presencia, porque sus sentimientos no tiene nada en favor de los sacerdotes."
     Yo me lleno de estupor al leer estas líneas; comprendía el instante que para convertir un tal hombre la necesario un gran milagro. El recuerdo de La magnífica promesa que la Santísima Virgen ha hecho de salvar de las llamas eternas aquellos que murieron revestidos del escapulario del Carmen, me ocurrió al instante y fue en verdad un rayo de luz. Tomé, pues, a toda prisa un escapulario y una pequeña botella de agua bendita, y salí con el fín de vestir a aquél desgraciado el hábito de la virgen. 
     Cuando se me introdujo en su cámara, di una mirada alrededor por ver si descubría algún objeto religioso. Pero ¡Ay!, No vi otra cosa que algunos periódicos impíos puestos sobre una mesa al lado del enfermo. Este era el pacto satánico que le daba aquella alma que frisaba en los umbrales de la eternidad. Al principio hablé al enfermo de cosas indiferentes, después hice girar la conversación sobre la necesidad de cumplir los deberes religiosos en el estado en que se encontraba; pero era imposible despertar el menor sentimiento de religión en aquel corazón más duro que el bronce. "Al menos, le dije, usted no permitirá ciertamente que haya hecho una visita inútil; sólo le pido una cosa y es que consienta usted En qué bendiga el escapulario. Cuanto a eso del escapulario, conciento en ello," me respondió. Hizo la ceremonia de la bendición en debida forma y me pareció que aquél enfermo tomaba algún interés, porque luego manifestó una satisfacción visible en su semblante. María comenzaba seguramente en aquel corazón endurecido la obra de La conversión. En efecto, pocos días después por orden suya desaparecieron los malos periódicos de su cámara; recibió con piedad y edificación los últimos sacramentos, y su alma voló a la eterna beatitud. 
     El escapulario de la Virgen del Carmen había arrancado a Satanás un alma que creía tener cautiva para siempre. 

Obsequio. Pedir todos los días a la Virgen del Carmen la gracia de su ayuda en la hora de la muerte.

Sentencia. Si al acercarme al juicio defiende mi causa la madre de misericordia, ¿Quién me negara un juicio favorable?  (Ricardo de San Víctor)

Oremus. 
Deus, qui Beatissimae semper virginis, et genitricis tuae Mariae singulari titulo Carmeli ordinem decorasti: concede propitius, ut cujus hodie commemorationem solemni celebramus officio, ejus muniti presidiis ad gaudia sempiterna pervenire mereamur. Qui vivis, et regnas in secula seculorum. Amen.

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